domingo, 6 de septiembre de 2009

El G-20 acuerda mantener los estímulos económicos

LONDRES.- Los ministros de Economía y Finanzas del G-20 acordaron este fin de semana coordinar la retirada de las ayudas económicos de emergencia una vez se afiance la recuperación y la salida de la crisis, pero no se pusieron de acuerdo sobre ninguna medida concreta para alcanzar otro de los objetivo, aplicar estrictos controles a las bonificaciones de los ejecutivos de la banca.

"Seguiremos dando con decisión nuestro apoyo financiero y aplicando las políticas monetarias y fiscales para la estabilidad de la inflación, así como para la sostenibilidad fiscal a largo plazo, hasta que la recuperación se consolide", sostiene la declaración final.

"Coincidimos en la necesidad de un proceso transparente y creíble de retirada de nuestro apoyos extraordinarios (en el ámbito) fiscal, monetario y del sector financiero a medida que la recuperación se consolide con firmeza", prosigue.

"Trabajando cono el FMI (Fondo Monetario Internacional) y la JEF (Junta de Estabilidad Financiera) desarrollaremos estrategias de salida cooperativas y coordinadas, reconociendo que la escala, el momento y el ritmo de las acciones variarán según cada país y según las distintas políticas", explica.

Sin embargo, no hubo avance alguno en el objetivo declarado de limitar el pago de compensaciones extraordinarias a ejecutivos de la banca, particularmente a aquellos pertenecientes a firmas que recibieron miles de millones en ayudas estatales. "Existe un amplio acuerdo sobre qué hay que hacer. El problema es que tenemos que ir más allá del acuerdo. Debemos tener medidas concretas", indicó el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn.

"Me impresiona el nivel de consenso, pero todavía estoy esperando que se decidan medidas fuertes, y que también se implementen a nivel nacional", expresó.

Como noción genérica los ministros acordaron que los bancos deben mantener más capital de reserva como colchón que evite que las pérdidas provoquen la quiebra y el posterior rescate de entidades financieras. A los bancos "se les requerirá que tengan más capital, y de mejor calidad, una vez la recuperación esté asegurada".

"Pedimos a los bancos que retengan una mayor proporción de beneficios para convertirlos en capital activo cuando sea necesario", prosigue la declaración.

Sobre los bonos en el sector financiero, el comunicado no llegó a pedir límites, diciendo que "también pedimos a la Junta de Estabilidad Financiera que explore posibles enfoques para limitar la remuneración total variable en relación con el riesgo y el desempeño de largo plazo", una postura considerada de compromiso entre países como Francia y Alemania que presionaban para aplicar límites a las remuneraciones y Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, que se oponían a la medida.

El texto explicita también el acuerdo alcanzado sobre la necesidad de que las economías emergentes como India y China tengan un mayor peso en la gestión del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, pero no plantea ninguna fórmula para aplicar esta propuesta.

El documento sólo apunta a que su voz en la toma de decisiones económicas internacionales debe crecer "significativamente" y que se esperan "avances sustanciales" al respecto en la próxima cumbre de líderes del G-20 que se celebrará en Pittsburgh a finales de este mismo mes.

Sanciones a los paraísos fiscales si no cooperan

Los paraísos fiscales tendrán de plazo hasta marzo del 2010 para demostrar que cooperar con las investigaciones sobre evasión de impuestos o, de lo contrario, serán sancionados, según acordaron los ministros de Economía y responsables de los bancos centrales del G-20.

Los mandatarios reunidos en Londres solicitaron al Consejo de Estabilidad Financiera, compuesto por autoridades de bancos centrales, reguladores y ministros de Economía del G-20, que informe sobre el criterio y cumplimiento de las normas en noviembre de 2009.

El G-20 está "listo para usar medidas en contra de paraísos fiscales a partir de marzo del 2010", indicaron los responsables en un comunicado. En abril de este mismo año, los jefes de Estado y de Gobierno del G-20 acordaron dar a conocer una lista de los paraísos fiscales del mundo y amenazaron con sanciones a aquellos que no cooperen.

La decisión se produjo en medio de una ofensiva a nivel mundial contra las evasiones fiscales. Por ejemplo, Alemania pagó por los datos de clientes de bancos de Liechtenstein y Estados Unidos acusó al gigante UBS de ayudar a que estadounidenses cometieran fraude fiscal.

Suiza, que administra un tercio de un estimado de 4.000 de euros en patrimonio extranjero, está en la denominada lista gris de paraísos fiscales y apunta a ratificar al menos una docena de acuerdos de intercambio de información impositiva para evitar sanciones.

Así, Berna ha cedido y modificado sus leyes de secreto bancario que propiciaron su surgimiento como centro financiero mundial. En la lista también están países como Liechtenstein, Mónaco o Austria.

Luxemburgo, el mayor centro de fondos y de secretos bancarios de Europa, ha sido trasladado a la lista blanca de países comprometidos con el cumplimiento de estándares internacionales de cooperación impositiva como consecuencia de sus reformas normativas.

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