martes, 15 de septiembre de 2009

Falta tejido empresarial para afrontar la recuperación

BARCELONA.- El presidente de Pimec, Josep González, afirmó hoy que la crisis ha provocado tal mortalidad de empresas que ya falta tejido empresarial para cuando llegue la recuperación económica.

En la segunda sesión de los 'Desayunos de Competitividad', centrada en la financiación empresarial en tiempos de crisis, González alertó de la amenaza que se ha sumado a las empresas --a parte de la falta de crédito-- con el aumento de la morosidad de sus clientes, lo que ha provocado una "mortalidad extra" de compañías.

"Si ahora hubiese recuperación, ya nos faltaría tejido empresarial", aseveró.

Por ello, abogó por cambiar la ley de morosidad, para que se cumpla el máximo de 60 días para pagar y evitar plazos excesivamente largos, de hasta 180 días.

Recordó que las empresas están pasando por una situación económica "muy mala" por el recorte de la financiación producto de un "exceso de conservadurismo" de las entidades financieras ante la crisis, aunque puntualizó que esta situación "empieza a la mejorar". También reprochó al Gobierno su falta de actuación a nivel empresarial.

González vio "absolutamente imprescindible" la fusión de cajas, pese a que también mantuvo su lamento de que bajará el número de concesión de créditos.

El presidente de Pimec, que fue el moderador del acto, bromeó sobre el éxito de afluencia --que llenó el auditorio de la Casa Asia-- diciendo que no pensasen los asistentes que repartían créditos.

El consejero delegado de Banco Sabadell, Jaume Guardiola, repasó como elementos positivos de la situación actual que los índices de confianza empresarial y de consumo han mejorado, y que se está produciendo una "normalización gradual" de la financiación internacional entre entidades.

Consideró que el mercado se ha vuelto a abrir y que los avales del Gobierno no se usarán más en el caso de las entidades potentes.

En esta línea, añadió que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) servirá para proyectos cuyo futuro financiero "no sea viable", y en general, para el "saneamiento" del sistema financiero.

El consejero delegado del Institut Català de Finances (ICF), Miquel Salazar, destacó que en el primer semestre, el ICF tuvo un papel "más activo" ante la crisis, por las mayores atribuciones que le otorgó el Govern para afrontar la recesión. Como ejemplo, entre enero y junio invirtió 634,6 millones, frente a los 343,3 millones del mismo periodo del año anterior.

Salazar destacó que el 35% de este importe se destinó a operaciones de crecimiento empresarial y el 25% a impulso sectorial, pero puntualizó que "no todo es financiable" por características del proyecto o por límite presupuestario. Entre enero y junio, las solicitudes totalizaron 1.145,7 millones de euros, frente a los 652,7 millones de un año antes.

La línea ICF Crèdit cerró el tramo 2008 el 5 de marzo con 271,4 millones formalizados en 2.397 operaciones, un 8,4% más que en el tramo 2007.

Además, en el plazo de unas semanas, el organismo lanzará una nueva línea de crédito dotada con 50 millones y destinada a microempresas y pymes innovadoras, ligada a los fondos europeos JEREMIE (Joint European Resources for Micro to Medium Enterprises) y que se traducirá en microcréditos, garantías y productos de capital.

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