Según explicó, la reforma del sistema financiero requiere de "una supervisión general" para eliminar "deficiencias y lagunas", ya que los defectos del sistema y el marco regulador estadounidense "permitieron que la crisis ocurriera" y en cierta manera ayudaron a causarla.
"Podemos discernir sobre los detalles, o sobre el mejor camino para modificar estos defectos, pero esto no significa que no vayamos a actuar", declaró Geithner, quien estimó que la reforma del sistema financiero proporcionará mayor protección y defensa a consumidores e inversores.
La reforma, según el máximo responsable de economía de la Administración Obama, creará un sistema financiero "más estable, más seguro y menos propenso a la crisis" y salvaguardará a los contribuyentes norteamericanos de tener que costear los costes de las crisis futuras.
La propuesta del Gobierno estadounidense endurecerá los estándares para el asesoramiento de inversión y brókers mientras expande a su vez la autoridad del regulador bursátil norteamericano, Securities and Exchange Commision (SEC) en cuanto a la divulgación de información y refuerzo de la supervisión.
"Por primera vez se proveerá a los consumidores de una agencia dedicada a impulsar claras normativas para tarjetas de crédito bancarias o no bancarias, hipotecas y cuentas de ahorros", explicó Geithner.
El nuevo órgano supervisor supondrá, entre otras cosas la fusión de la Oficicna de Control de Divisas (OCC en sus siglas en inglés) y de la Oficina de Supervisión del Ahorro (OTS) para la creación del nuevo regulador que, entre otras cosas, eliminará regimenes competitivos en la supervisión de los 'holdings' y corregirá inconsistencias que permiten a las firmar poseer otras entidades evitando la supervisión y la regulación a través de los mencionados holdings.
La propuesta también endurecerá las restricciones, requiriendo a todas las firmas financieras mantener mayores niveles de capital y de liquidez estableciendo una base más alta para todas las entidades.
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