martes, 8 de septiembre de 2009

La crisis aumenta el interés por continuar los estudios, señala la OCDE

PARÍS.- El interés por continuar los estudios aumentará en los próximos años debido a los problemas para encontrar trabajo a causa de la crisis, señala un informe publicado hoy por la OCDE, que destaca las ventajas de la enseñanza superior.

"Las perspectivas de trabajo tienen una influencia real en la decisión de los jóvenes de continuar su educación", señala en el documento "Panorama de la educación" la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Los estudios superiores (universitarios o formación profesional de grado superior) ofrecen ingresos el doble de importantes que los secundarios, y todo ello descontando la inversión necesaria para tener esa formación.

La ganancia suplementaria por tener titulación superior es para los hombres durante su vida activa de 186.000 dólares de media en la OCDE, y llega a superar los 300.000 dólares en Italia y Estados Unidos.

Estos beneficios son, sin embargo, notablemente inferiores para los hombres en Suecia (109.112 dólares), España (103.748) y Turquía (74.185).

La otra cara de esta realidad es que un 42% de las personas que no han obtenido una cualificación de secundaria superior no tienen empleo.

Además, las personas con una baja cualificación una vez que están en el paro corren más riesgo de convertirse en desempleados de larga duración.

En el conocido como el "Club de los países desarrollados", el número de personas con estudios superiores ha crecido a un ritmo del 4,5% anual entre 1998 y 2007, y la progresión ha sido de al menos el 7% anual en Irlanda, Polonia, Portugal, España y Turquía.

La consecuencia de ese ascenso, que va a continuar en un futuro, es que en 2007, un tercio de los jóvenes de 25 a 34 años habían llegado a ese nivel universitario o equivalente (en torno al 50% en Canadá, Japón y Corea del Sur).

Otra tendencia reciente es la creciente cobertura educativa para los niños de 3-4 años: de un grado de escolarización del 41% en 1996 se ha pasado al 71% en 2007.

Las mayores subidas (se han más que doblado las cifras) se han constatado en Dinamarca, España, Noruega, Corea del Sur, Portugal, Alemania, Suiza, Finlandia, Suecia, Polonia y México, mientras en Nueva Zelanda, Grecia, Islandia, Irlanda, Australia, Francia, Estados Unidos y Holanda el alza ha sido menor al 50%.

El gasto total en educación en la OCDE se situó en el 6,1% del Producto Interior Bruto (PIB), con más del 7% en Dinamarca, Islandia Corea del Sur y Estados Unidos.

El mapa de inversión pública en educación es algo diferente, ya que si para el conjunto de la organización supuso el 5,2% del PIB, los mayores porcentajes fueron de Suecia (6,8%), Noruega (6,6%), Finlandia (6,1%) y Francia (5,6%), mientras cerraban la lista Alemania (4,4%), España (4,3%), Japón (3,5%).

El gasto por alumno en la educación primaria y secundaria ha subido un 35% entre 1995 y 2006 en un contexto de relativa estabilidad del número de estudiantes, mientras en los niveles superiores la inversión por estudiante cayó un tercio en gran medida por el efecto del alza en el número de universitarios.

Aunque en 2006 el 85% del dinero dedicado a la educación procedía de la financiación pública, desde 2000 la aportación privada ha crecido a un ritmo superior, sobre todo correspondiente a las familias de los propios estudiantes.

Esta tendencia es más acusada en la enseñanza superior, donde el peso de los fondos públicos en los 18 países en los que hay datos se ha reducido del 78% en 1995 al 76% en 2000 y al 72% en 2006.

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