viernes, 25 de septiembre de 2009

La feria del vino de Miami exhibe su empuje y vitalidad, pese a la crisis económica

MIAMI.- El empuje y la diversidad de la Feria Internacional del Vino de Miami, uno de los mayores escenarios vinícolas y de negocio del sector en EE.UU., quedará patente mañana en su octava edición con más de 500 participantes de una veintena de países.

Y es que, pese a la precaria situación económica en general, la feria incrementó su espacio expositivo en el Centro de Convenciones de Miami hasta superar los 8.000 metros cuadrados, casi un diez por ciento más que en la pasada edición.

En total, más de 1.500 marcas internacionales de países como España, Argentina, Italia, Chile, Francia, EE.UU., Alemania, Portugal Nueva Zelanda y Sudáfrica, muchas de ellas a la caza de un distribuidor en Estados Unidos.

Es una realidad que la feria, que concluye el próximo domingo, ha ido ganando peso y prestigio como escaparate del vino internacional, aunque España es nuevamente el país que concurre con un mayor número de bodegas (más de un centenar) y ocupa mayor espacio de superficie (un quince por ciento, frente a un 40 por ciento en 2008).

El español David Bernard, presidente y fundador de la feria, resaltó que esta edición se distingue por ser más "internacional y diversificada" que las anteriores, con nuevas bodegas participantes que son toda una sorpresa, entre otras las procedentes de países del este como Georgia y Ucrania.

Otra novedad de la exhibición es la instalación por primera vez de un pabellón de bodegas austríacas, agregó Bernard, quien aseguró que el impacto de la crisis económica en la muestra ha sido menor de lo previsto, aunque sí se ha sentido una disminución del número de patrocinadores.

En ese sentido, apuntó que los "tiempos de crisis afectan sobre todo a las marcas caras" y en menor medida a los vinos de precio asequible. De hecho, señaló que el consumo de vino en EE.UU. se ha incrementado en 2008 casi un uno por ciento.

Si bien la feria no ha pinchado, Bernard explicó que el consumo de vino en los restaurantes estadounidenses ha mermado casi un 10 por ciento, algo que preocupa al sector, mientras que, por el contrario, los supermercados han visto incrementar sus ventas un 3 por ciento.

En opinión de Bernard, el consumidor en tiempo de crisis "no deja de beber vino", pero sus salidas a los restaurantes disminuyen y prefiere hacerlo en casa.

En cuanto a las expectativas de la feria, destacó el intento de desarrollar el mayor número de contactos posibles entre profesionales, con cerca de dos mil reuniones programadas, y lograr unas ventas que superen el medio millón de cajas de vino.

Junto con España y Francia, Argentina es uno de los países más representados, aprovechando el tirón de ventas que ha propiciado la casta malbec, verdadera locomotora del crecimiento de las exportaciones de vinos argentinos a Estados Unidos.

El sector vitivinícola español, que sigue siendo, del Viejo Mundo, el de mayor crecimiento de ventas en EE.UU., está representado por numerosas zonas y denominaciones de origen como Priorato, Rioja, Ribera del Duero, Rías Baixas, Toro, La Mancha, Uclés, Cariñena, Jumilla, Valencia, Penedés y otras.

Alejandro Galli, importador y distribuidor de vinos argentinos en EE.UU., atribuye el éxito de éstos a varios factores: en primer lugar, la "relación calidad-coste, con un margen de beneficio muy atractivo en esta época de crisis".

Se refirió a continuación a la tipología de los caldos argentinos, sobre todo los tintos malbec, "con cuerpo pero fáciles de beber, de alta calidad, complejidad y afrutados", muy gratos, dijo, al paladar de los estadounidenses.

"La tipología de los vinos malbec, su sabor, es más familiar al paladar estadounidense de lo que pueden ser los vinos europeos", precisó.

Galli, que distribuye en EE.UU. algunas de las marcas argentinas con mayor índice de aceptación entre los consumidores, puso de relieve la importancia de los contactos comerciales que fragua esta feria entre vinateros, compradores y distribuidores.

Eso sí, los bodegueros, explicó, deben apostar a "largo plazo", ya que el "negocio del vino es lento" y "hay que tener paciencia para entrar en el mercado estadounidense, el más grande del mundo".

Iberwine, asociada a la Feria Internacional del Vino, levantará de nuevo, de la mano de su director, el Marqués de Griñón, Carlos Falcó, el pabellón "Grandes Pagos de España", que acoge a un selecto grupo de vinateros que elaboran vinos de producción limitada y muy cuidada elaboración.

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