Este dato incluye tanto las provisiones genéricas, aquellas que que sirven para afrontar posibles impagos y que dependen de las dotaciones que hace cada entidad según el volumen de créditos que conceda, y las específicas, aquellas que varían en función de los créditos fallidos.
La banca ha incrementado ambas partidas en previsión del aumento que registra la morosidad por la continúa escalada del paro, pero muy especialmente las específicas, ya que la morosidad de los créditos concedidos por las entidades se situó en julio en el 4,73%, frente al 2,25% del crédito que representaba un año atrás.
De hecho, al cierre de junio las provisiones específicas --los datos que ofrece el Banco de España son trimestrales-- representaban el 53% de las totales y se elevaban hasta los 27.178 millones de euros, un 44,1% más respecto al cierre de 2008, y más del doble que en la misma fecha del ejercicio anterior.
Del total, el mayor volumen de provisiones correspondía a las cajas de ahorros, entidades que presentan la mayor morosidad del sector (5,18%) después de los establecimientos financieros de crédito, que en julio situaron su tasa de mora en el 9,26%.
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