martes, 15 de septiembre de 2009

Morales se va de España con la condonación de la deuda

MADRID.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, finalizó hoy su primera visita oficial a España en la que ha desarrollado una intensa agenda en la que ha dado la bienvenida a todas las empresas para que inviertan en su país, aunque advirtiéndolas de que serán consideradas "socios" y no "patrones".

Más allá de la anécdota de la "república de España", Morales se ha reunido con el Rey y con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, del que ha obtenido la condonación de la deuda, y protagonizó un multitudinario acto para los inmigrantes bolivianos, para los que ha pedido la regularización de su situación en nuestro país.

El mandatario boliviano, primer indígena que accede a la jefatura de Estado del país andino, llegó el domingo a Madrid, desde donde se desplazó a Leganés para pronunciar un discurso ante la comunidad de inmigrantes en un acto organizado por la Embajada y numerosos colectivos políticos, sociales y sindicales.

Ante más de 5.000 personas y bajo una pancarta que ensalzaba el reclamo 'Bolivia somos todos', Morales provocó un gran aplauso cuando calificó de "error" el hecho de que los países, sobre todos los de Europa, cataloguen como "ilegales" a los extranjeros sin documentación.

Por ello, se comprometió a seguir trabajando en esta cuestión e instó a acabar con las "asimetrías" entre continentes que provocan la inmigración, una petición que también trasladó al presidente del Gobierno cuando se reunieron hoy en Moncloa.

Por otro lado, Morales abogó en su discurso por el carácter público de los servicios básicos y por la nacionalización de estos. Además, y tras realizar un recorrido por la lucha sindical en su país, destacó los logros de la Constitución de Bolivia, aunque afirmó que aún quedan cosas por hacer, como cambiar la "mentalidad" de algunos funcionarios.

También dedicó algunas palabras a Estados Unidos reafirmando su compromiso de que Bolivia nunca permitirá la instalación de bases militares extranjeras en su territorio, "mucho más de Estados Unidos", porque, según argumentó, "donde hay una base militar de Estados Unidos en Latinoamérica, hay golpes de militares y no se garantiza la paz ni la democracia".

Como se ha podido comprobar después, el discurso de Morales en Leganés era sólo un preludio de las reivindicaciones que realizaría en los dos días de visita oficial. En sus intervenciones ante los medios y en presencia del Rey y Zapatero, el mandatario boliviano se ha mostrado muy conciliador, aunque sin dejar de lado las exigencias que acarrea su política.

En primer lugar, ha dado la bienvenida a la entrada de empresas extranjeras en Bolivia, pero insistió en que el Estado "no puede perder la propiedad sobre los recursos naturales", por lo que remarcó su intención de que las compañías privadas sean "socios" y no "patrones".

Así pues, destacó la "buena relación" existente entre su Ejecutivo y la española Repsol, y aseguró que espera que esta colaboración se traslade también a otras empresas, a las que avisó de que deben "respetar las normas bolivianas".

A este respecto, afirmó que el Estado tiene "mucho interés" en las inversiones en otros recursos naturales como el litio, pero advirtió de que lo que no consentirá es que se repita "otro Potosí, otro saqueo" como el que sucedió en la época colonial con el oro y la plata. "No pasará ni con litio, ni con petróleo ni con hierro", añadió.

El buen tono ha reinado en todos los actos oficiales de la visita de Morales. Incluso el lapsus que protagonizó el lunes, en el que se refirió al ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, como el "canciller de la república de España", no empañó el encuentro primero y la cena después con el Rey.

El presidente boliviano se ha manifestado "sorprendido del gran cariño del pueblo español, sorprendido por esta enorme atención" recibida, e incluso se permitió bromear con que "nunca" se había imaginado que un día cenaría en el Palacio Real de Madrid, antiguo "centro de decisiones para la invasión" de América Latina.

Por su parte, el Rey Don Juan Carlos dijo a Morales que "unas reglas claras y una política económica despejada de incertidumbres facilitarán a las empresas la tarea de acometer nuevas inversiones que favorezcan la creación de nuevos empleos y la mejora del bienestar de Bolivia y de sus ciudadanos".

Como Don Juan Carlos, el presidente del Gobierno también reclamó hoy al mandatario boliviano "seguridad" jurídica y "garantías" para las empresas españolas presentes en el país sudamericano. "Las empresas españolas en Bolivia están también para contribuir al desarrollo de Bolivia", señaló rotundo el jefe del Ejecutivo español.

El Rey también subrayó en la cena oficial los lazos que unen a España con la región latinoamericana y dedicó unas palabras a los inmigrantes bolivianos que, con su esfuerzo y trabajo, "contribuyen al bienestar de sus familias y al desarrollo" de la economía española.

En referencia a la condonación de los 77 millones de dólares y 5,5 millones de euros de deuda, Morales agradeció la "solidaridad incondicional en temas sociales que apoya el Reino de España".

Esta cantidad, según explicó hoy el presidente del Gobierno, irá destinada en un 40 por ciento a un fondo para proyectos fundamentalmente educativos. Se trata, en palabras de Zapatero, de un "importante acuerdo" que busca ayudar a Bolivia a que "supere las dificultades sociales, estructurales, de educación, de salud, que tiene históricamente".

En otro orden de cosas, el presidente del Gobierno también anunció que España, a través del Fondo del Agua creado en el marco de las Cumbres Iberoamericanas, contribuirá a que en 45 municipios bolivianos se tenga acceso al agua y saneamiento, si bien no especificó a cuánto ascendería esta ayuda. Asimismo, dijo que se apoyará el proyecto de formación profesional promovido por Morales para la creación de centros tecnológicos con los que dar formación en las zonas rurales.

Por otra parte, Morales resaltó que, dado que "España tiene mucha experiencia en autonomías", querría "sus reflexiones, y el término más exacto, su asesoramiento, para implementar las autonomías en Bolivia", aunque quiso dejar claro, en un aparente mensaje a la oposición interna, que "autonomía no es ninguna división para ninguna nación, para ningún país".

Finalmente, el presidente boliviano calificó de "paso importante" uno de los acuerdos más importantes suscrito durante su visita a España y según el cual los ciudadanos de sus respectivos países podrán votar en las elecciones municipales del otro, puesto que "da un derecho" a los bolivianos que residen de forma legal en nuestro país.

No hay comentarios:

Publicar un comentario