Desde China, el jefe negociador costarricense manifestó que tras cuatro días de reuniones, los equipos lograron "concertar importantes avances que colocan este proceso en su fase de cierre".
Mencionó que Costa Rica presentó una oferta de bienes que alcanzó el 90% de las líneas arancelarias, así como se avanzó en las áreas ambiental y laboral, donde los costarricenses lograron que la contraparte china accediera a negociar paralelo al tratado, acuerdos de cooperación para esas materias.
Entre lo pendiente, Ocampo resaltó que "el grupo de solución de controversias continuará trabajando un día más y las conversaciones en materia de reglas de origen se extenderán hasta el 15 de setiembre".
Ocampo y el ministro de Comercio Exterior Marco Vinicio Ruiz se encuentran en China.
En San José, la Cámara de Industrias y su afiliada, la Cámara de la Industria Alimentaria, arreciaron críticas a las autoridades al señalar que han hecho caso omiso a sus solicitudes de exclusión.
El presidente de la primera organización, Juan María González, incluso calificó como "sorpresivo", el anuncio de los jerarcas sobre la oferta que alcanza un 90% de cobertura en partidas arancelarias, pues las exclusiones que solicitan sobrepasan el 10% de la lista de productos.
"No recibimos por parte del ministerio una respuesta concreta a nuestra solicitud de exclusión y es por la prensa que nos enteramos que aparentemente nuestra propuesta no ha sido aceptada", indicó González, al reiterar sus preocupaciones sobre China, un socio que calificó de "poco confiable" debido a temas de calidad y costos distorsionados.
La Cámara de Industria Alimentaria remitió una carta al ministro de Economía, donde le solicitaron interceder para que el ministerio de Comercio Exterior les informe sobre cómo avanzan los temas relacionadas con el sector y las exclusiones pedidas por ejemplo para lácteos, harinas, embutidos, confitería, pastas, panificación, salsas y jaleas.
El presidente de esa agrupación, Tomás Pozuelo, indicó que temen que el ministerio sacrifique a su sector a cambio de flexibilizar la posición china sobre el azúcar, un producto de gran interés para el país y que China nunca ha incorporado en sus acuerdos comerciales.
Los industriales ratificaron que, de no ser escuchados por el gobierno, seguirán su lucha ante el Congreso, que en su momento deberá ratificar el tratado.
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