"Esta es la hora de hacer inversiones, quien tenía inversiones y paró por causa de la crisis, comience ahora de nuevo", dijo Lula en un encuentro del Consejo de Desarrollo Económico y Social, que agrupa a empresarios, sindicalistas y autoridades del gobierno para asesorar al gobierno en materia económica.
"En unos tres años vamos a ver las economías de Europa y Estados Unidos recuperadas en un nivel de antes de la crisis, y quien invierta ahora va a tener ventaja cuando eso suceda", expresó Lula.
El Consejo fue convocado en respuesta a la divulgación del índice de crecimiento del producto interno bruto (PIB) brasileño de 1,9% en el segundo trimestre del año desde el período inmediatamente anterior.
Tal recuperación reflejó un incremento en el consumo de las familias y en sectores de la industria, pero no así en la inversión, que se mantuvo en un nivel inferior al de un año atrás, cuando estalló la crisis.
"Brasil mostró que tiene condiciones de salir de la crisis y de crecer en forma sustentada. Es importante mantener las condiciones para continuar creciendo y para eso es importante que los empresarios tengan una acción rápida para volver a invertir", declaró el presidente del Banco Central, Henrique Meirelles.
Meirelles sostuvo que el gobierno "aplicó el remedio correcto en el momento correcto, y es tiempo de que los empresarios también lo hagan".
No obstante, el presidente de la Confederación Nacional de las Industrias (CNI), Armando Monteiro Neto, advirtió que aún es necesario reducir los obstáculos a la actividad empresarial, como el costo del capital, la burocracia y la carga tributaria, para que puedan volver a invertir.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Guido Mantega, reconoció que en un cuadro de crisis la inversión es el último factor en recuperarse, por lo cual el gobierno decidió que mantendrá en el 2010 las medidas de estímulo a las inversiones, como liberación de líneas de créditos y reducción de los depósitos compulsorios de los bancos para disponer más recursos en los bancos.
Otras medidas de estímulo económica, como la reducción de impuestos para vehículos populares y electrodomésticos, se mantendrán hasta final de este año.
Mantega citó que la recuperación de las inversiones y del comercio exterior, así como el alivio de la carga tributaria, son parte de las tareas pendientes para la economía brasileña.
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