martes, 15 de septiembre de 2009

S&P incrementa su estimación de activos problemáticos en la banca española por el deterioro del crédito

MADRID.- La agencia de calificación crediticia Standard & Poors aumentó hoy su estimación de activos problemáticos (GPA) en el sistema financiero español tras aplicar un test de estrés sobre los bancos del país.

Concretamente, la agencia dice que aumentó esta estimación, en un "severo, pero plausible" escenario con mayores niveles de stress hasta una horquilla de entre el 10 y el 20% del sector del crédito privado doméstico, desde un rango anterior situado entre el 5% y el 15%.

"El incremento de nuestra estimación del rango de activos problemáticos para España refleja nuestra perspectiva de que, durante la actual recesión, los créditos problemáticos podrían alcanzar el 11% del sector crediticio doméstico privado", subrayó la analista de S&P Elena Iparraaguirre.

S&P estima que las pérdidas crediticias que los bancos españoles enfrentarán probablemente serán significativas y ciertamente mayores que las registradas durante la recesión experimentada a principios de los años 90, aunque precisa que "a diferencia de numerosos de sus homólogos europeos", las instituciones españolas con ráting en S&P se benefician de un "confortable" colchón de reservas acumuladas antes de la recesión y de un "sólido poder de ingresos".

En cualquier caso, S&P sigue dibujando un panorama halagüeño para la banca española, y asegura que las instituciones financieras del país cuentan con actores de solvencia "relativamente buena" con ratings que varían desde 'AA' a 'A', lo que también explica que el número de entidades españolas afectadas por las actualizaciones de rátings de S&P sea "insignificante".

De hecho, las pérdidas crediticias previstas por S&P para las entidades españolas son menores que las esperadas para el sistema en su conjunto, explica la agencia, que precisa que las pérdidas crediticias a las que se refiere este informe se refieren exclusivamente al sector crediticio doméstico, por lo que sólo se puede aplicar a una parte de las operaciones de los bancos internacionalizados, como Santander y BBVA.

S&P explica que la perspectiva para las entidades españolas sigue siendo principalmente negativa, con excepción de Bankinter, Banco Sabadell, Ibercaja, que sigue siendo estable.

La agencia mantuvo estable también la calificación de los instrumentos híbridos de capital de las instituciones financieras españolas con excepción de los de Caja Madrid, que han sido rebajada hasta'BB' desde 'BBB-'.

Una rebaja que refleja una mayor probabilidad de "suspensión del pago de dividendos de estos instrumentos como resultado de esperadas presiones en el desarrollo operativo, principalmente en 2010, y un mayor volumen de dividendos de lo previsto en acciones preferentes que en el pasado, a raíz de la reciente emisión", aclaró Iparraguirre.

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