martes, 27 de octubre de 2009

Chávez pide a los venezolanos que ahorren energía

CARACAS.- Una nación construida sobre un mar de energía está luchando por mantener las luces encendidas.

Aumentan los manifestantes enojados que blanden licuadoras, televisores y equipos de sonido dañados frente a las oficinas de la estatal Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec). Otros queman facturas de electricidad en las calles para protestar contra los recurrentes apagones en Venezuela.

Una sequía sin precedentes y años de mala planificación han hecho de los apagones y la escasez de agua un hecho cada vez más frecuente en gran parte de Venezuela, rica en petróleo, lo que ha provocado manifestaciones que tienen al presidente Hugo Chávez en apuros en busca de respuestas.

El líder izquierdista está usando sus discursos televisados difundidos casi a diario para instar a los venezolanos a limitar el uso del aire acondicionado y abandonar sus piscinas. Incluso ha hecho conferencias para aleccionar al país sobre las virtudes del agua fría y las duchas de tres minutos.

En respuesta a la creciente irritación, Chávez empezó a tomar medidas durante la semana pasada, al anunciar un plan de contingencia para ahorrar electricidad, al tiempo que incorporó a un nuevo miembro a su gabinete ministerial con el fin de que encabece el recién creado Ministerio de Energía Eléctrica para supervisar el sector eléctrico.

Chávez afirma que podría ordenarse un racionamiento eléctrico, y que para dar el ejemplo limitará el uso del aire acondicionado y ordenará se apaguen más luces en el palacio presidencial

El gobernante ha catalogado severamente el dispendio de electricidad como "un crimen" y el domingo declaró que los centros comerciales consumen demasiada energía y ya no dependerán de un suministro barato. Ellos "van a tener que comprar su planta y si no, les corto la luz", manifestó.

El líder dijo que la situación se debe en parte al consumo excesivo de los ricos que tienen piscinas, lavan sus automóviles compulsivamente y tienen un televisor en cada habitación.

"Los que más derrochan son los ricos", afirmó.

El consumo total de energía aumentó alrededor del 25% desde el 2004, un período durante el cual Venezuela disfrutó de una bonanza petrolera mientras las tarifas de electricidad se mantuvieron congeladas, dejando pocos incentivos para ahorrar energía.

Millones de venezolanos pobres se proveen de electricidad en forma gratuita por medio de cables que empalman a las líneas de energía.

Los críticos argumentan que el presidente ignoró la raíz del problema por demasiado tiempo: Las inversiones necesarias encaminadas a mejorar la red de energía para satisfacer el creciente consumo.

El director del periódico opositor "Tal Cual", Teodoro Petkoff, en su diario acusa a Chávez y sus aliados de descuidar el sector de la energía y expresó: "La crisis eléctrica es hija legítima de Hugo Chávez. No son necesarias pruebas de ADN para comprobarlo".

Chávez reconoce que las demoras en el mantenimiento y la mala planificación son parte de lo que generó el problema, pero insiste en que la gran demanda y los cambios climáticos recientes son los principales causantes.

"Es El Niño", dijo el mandatario, refiriéndose al fenómeno climático periódico en que el calentamiento del Océano Pacífico tropical crea pautas inusuales en el clima.

Según el gobierno, el fortalecimiento de El Niño sería el culpable por la falta de lluvias que ha dejado el nivel de agua en los embalses, en su promedio histórico más bajo. Las represas hidroeléctricas generan alrededor de tres cuartas partes de la electricidad de Venezuela.

Chávez ha dicho que el nivel del agua en la hidroeléctrica de Gurí, la mayor del país, es de aproximadamente 30% por debajo de su récord.

La temporada de lluvias en Venezuela finaliza el próximo mes y es improbable que haya grandes precipitaciones antes de mayo o junio próximo, por lo que muchos esperan que mientras tanto se registren más apagones.

El racionamiento de agua fraccionado debe también iniciarse en Caracas el próximo mes.

Chávez recientemente bromeó diciendo que sólo necesita tres minutos para ducharse: "Tres minutos he contado yo y no quedo hediendo, se los garantizo".

El gobierno además pretende distribuir bombillos de bajo consumo y colocar generadores con motores diesel en las regiones más afectadas. También está estudiando un decreto que permitiría al gobierno multar a los propietarios de viviendas y comercios que consuman demasiado.

Afirmó que los establecimientos comerciales deben apagar sus carteles luminosos para ayudar.

Aixa López, una abogada de 39 años, creó el año pasado un grupo de presión para que se corrija el problema después que un apagón dejó fuera de servicio una maquina nebulizadora que estaba utilizando para el tratamiento de su hija de 2 años, que padecía un ataque de asma.

Su Comité de Afectados por Apagones dice que los cortes eléctricos están golpeando a los 23 estados y la capital venezolana, y ocho de esas regiones están sufriendo interrupciones frecuentes en un promedio de tres a cinco veces por semana. En los peores casos algunos se prolongan hasta por 12 horas, afirma.

Los apagones en los hospitales han interrumpido cirugías. Varios cortes mayores este año en Caracas han provocado el cierre de las estaciones de trenes y dejado las calles a oscuras.

"No se puede negar que la ineficiencia del gobierno ha causado esta crisis", dijo López, señalando que Venezuela nunca experimentó esos problemas antes de que Chávez nacionalizara las principales compañías eléctricas en el 2007.

El gobierno dice que ha invertido alrededor de 16.500 millones de dólares en el sector eléctrico desde el 2002, pero sólo dos de unas tres decenas de proyectos se han completado, según el sitio en internet de la corporación estatal de electricidad.

En las zonas donde los apagones son más frecuentes, algunos venezolanos exasperados parecen estar perdiendo su paciencia.

Rafael Moreno se lamentó que un apagón dejó sin energía el sistema de aire acondicionado de su granja de pollos en el estado Táchira, en el oeste, y mató a más de 12.000 pollos.

"Perdí mas de 60 millones de bolívares (unos 27.000 dólares) en apenas cuatro horas", dijo Moreno, quien desde entonces ha comprado generadores diesel para hacerle frente.

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