sábado, 10 de octubre de 2009

El dólar débil es un riesgo para la economía y un desafío para la Fed

WASHINGTON.- El debilitamiento del dólar crea un dilema para las autoridades estadounidenses, que procuran asistir esa economía sin recortar la confianza existente en el billete verde, estiman los analistas.

El billete verde coqueteó esta semana con su nivel más bajo del año frente al euro y desde hace 10 meses frente al yen, minado por los temores sobre el déficit de Estados Unidos y por la reducción de las tasas de interés, que hacen poco atractiva la divisa.

Y también padeció de su estatus de valor refugio, ya que ante las primeras señales de recuperación económica los operadores lo abandonan en favor de materias primas y otras monedas.

Su caída reavivó las especulaciones sobre el fin de su utilización en los intercambios petroleros y amenaza su condición de moneda de reserva internacional.

De acuerdo con Donald Rataczak, economista de Morgan Keegan, la Reserva Federal (Fed) podría tener que responder a las presiones a favor de un alza de las tasa directriz, actualmente entre cero y 0,25%, para ayudar a corregir los desequilibrios mundiales entre monedas.

Ciertos analistas consideran que las autoridades estadounidenses, a pesar de reiteradas declaraciones en favor de un "dólar fuerte", se contentan con ver debilitarse la divisa, porque esto sostiene las exportaciones. Más aún cuando el riesgo de inflación es menor al de la deflación, según ellos.

No obstante, esta estrategia podría volverse contra Estados Unidos si el dólar pierde la confianza de los inversores, lo que sería un nuevo golpe para el sistema financiero mundial.

Tres bancos centrales asiáticos ya comenzaron a intervenir para sostener el dólar, anotó Joseph Brusuelas, del sitio de análisis de Moody's Economy.com.

Los comentarios del presidente de la Fed el jueves calmaron un poco las especulaciones y devolvieron algunas fuerzas al billete verde: Ben Bernanke dio a entender en efecto que iba a ajustar la política monetaria tan pronto como la economía mejore de forma satisfactoria.

"Mientras no haya un hundimiento súbito sino que sea un debilitamiento gradual, la Fed va probablemente a tomarse su tiempo y sacar provecho de las consecuencias positivas de un dólar débil", estimó no obstante Kathy Lien, de Global Forex Trading.

La política de tasa casi cero que la Fed mantiene desde diciembre pasado generó inquietudes sobre la utilización de la divisa estadounidense como la moneda de 'carry-trade', una técnica especulativa que consiste en tomar del dólar e invertir en obligaciones soberanas de otros países remuneradas al 3% o más.

La situación dio lugar a "presiones considerables de parte de Japón, Francia, Alemania e Italia, que se inquietan por el rápido debilitamiento del dólar, ya que dependen mucho de sus exportaciones", explicó Simon Johnson, ex economista en jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), ahora profesor en la Universidad MIT.

Pero para Johnson, un billete verde débil "es una suerte increíble para la administración (Barack) Obama", y es algo que podría ayudar en la recuperación económica. "Si el dólar queda débil o baja más, nuestros constructores de coches, de máquinas, de turbinas, van a recontratar pronto y vamos a tener por fin un crecimiento del empleo en medio de la recuperación", explicó.

Pero otros expertos consideran que los inconvenientes son mayores a las ventajas. "La historia de los países que intentaron devaluar su moneda para alcanzar la prosperidad no es brillante. Una moneda débil en el tiempo termina por pedir tasas de interés más elevadas para atraer a los inversores, con el fin de alimentar el crecimiento y el empleo. Esto aporta también a la inflación por la vía de los intercambios comerciales ", previno Joseph Brusuelas.

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