El texto del Gobierno para 2009 establecía que la Iglesia católica recibiría 156 millones de euros, por lo que la previsión de recaudación para 2010 supone un ligero aumento. La liquidación provisional será el 30 de noviembre de 2011, llevándose a cabo de forma definitiva antes del 30 de abril de 2012. En ambas liquidaciones, una vez efectuadas, se procederá por las dos partes a regularizar, en un sentido o en otro, el saldo existente.
El Gobierno y la Iglesia llegaran a un acuerdo en 2006 para crear un nuevo modelo de financiación, que se aplica desde 2007, y que, por un lado, suprime la dotación directa del Estado a la Iglesia y, por otro, eleva del 0,52 por ciento al 0,7 por ciento la asignación voluntaria que el ciudadano hace a esta institución a través de su declaración de la renta.
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