martes, 13 de octubre de 2009

En Argentina caerá la inversión agrícola por la incertidumbre política

BUENOS AIRES.- Por primera vez en casi una década, caerá la inversión en el sector agropecuario argentino pese al pronosticado aumento global en el precio de las materias primas, según reveló el martes un informe especializado.

El informe fue elaborado por el Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina (SRA), una de las principales entidades agropecuarias del país.

Según el estudio, los productores invertirán unos 2.366 millones de dólares menos en los cultivos de maíz, trigo, soja y girasol durante la campaña 2009/2010, aún cuando los precios de esos cultivos tienen previsto aumentar el próximo año, lo que debería traducirse en un mayor interés por parte de los productores e inversores.

"En general los precios de los granos se fortalecerán por la creciente demanda por combustible, alimento para ganado y comida en los próximos diez años", dijo a AP Kranti Mulik, analista internacional de granos del Instituto de Investigación y Políticas de Alimentación y Agricultura de Iowa, Estados Unidos.

Pero el conflicto que el sector mantiene desde hace un año y medio con el gobierno por los derechos de exportación (retenciones) ha creado un clima de incertidumbre entre los inversores, que para la próxima campaña tomarán menos riesgos.

"El productor tiene cautela al invertir porque no sabe si va a tener derechos de exportación más altos o a qué precio", dijo Ernesto Ambrosetti, jefe del Instituto de Estudios Económicos de la SRA.

La merma en la inversión también perjudicará a otros sectores como el de la maquinaria y los fertilizantes, que dependen en buena parte del sector agropecuario, añadió Ambrosetti.

El eje de la disputa entre el gobierno y el campo son las retenciones, en particular las que se aplican a la soja, el mayor cultivo del país. El agro exige una rebaja, pero el gobierno no está dispuesto a ceder parte de sus ingresos.

El conflicto comenzó en marzo del año pasado cuando la presidenta Cristina Fernández intentó imponer un esquema tributario que ataba las retenciones al precio internacional de los granos --en ese momento en sus precios máximos-- que desembocó en huelgas y bloqueos de rutas que durante cuatro meses paralizaron el país y afectaron el abastecimiento de alimentos.

El proyecto fue finalmente rechazado por el Senado.

El gobierno "está empecinado con el sector agropecuario", dijo Ambrosetti.

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