martes, 13 de octubre de 2009

En México, la ineficiencia de la compañía de la luz le cuesta un punto del PIB

MÉXICO.- La ineficiencia de la compañía Luz y Fuerza del Centro (LyFC) llegó a tener un costo equivalente a cerca de un punto porcentual del producto interno bruto (PIB), aseguró el martes el gobierno que defendió la liquidación de la empresa paraestatal.

La Secretaria de Energía, Georgina Kessel, dijo en rueda de prensa que hasta 2008 se calculaba que LyFC dejó de entregar 1.000 megawatts, que al traducirse en "el valor de la energía no suministrada, representa cerca de casi un punto del producto interno bruto".

Al segundo trimestre de 2009 el PIB ascendió a 11,4 billones de pesos, equivalente a poco más de 860.000 millones de dólares al tipo de cambio actual.

El gobierno del presidente Felipe Calderón decretó el fin de semana la liquidación de LyFC, una empresa que suministraba electricidad a la capital del país y algunos municipios vecinos, lo que desató la inconformidad del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) que espera revertir la medida con amparos e incluso la promoción de un recurso de inconstitucionalidad.

"Esta decisión ha sido compleja y difícil, tan difícil que, quizá por esa razón, no se había tomado en varias décadas, en que se sabía que era la decisión correcta", dijo el martes el mandatario durante una gira de trabajo por el estado central de Puebla.

Kessel aseguró que además del costo por cerca de un punto del PIB, la electricidad que LyFC no suministraba "equivale a no darle la energía que requiere toda la ciudad de Tijuana o dos veces Acapulco... eran restricciones muy importantes a las inversiones y a la generación de empleos".

informó que es posible la creación de una nueva empresa paraestatal que sustituya a LyFC, aunque es una decisión pendiente.

La medida ha detonado preguntas de analistas y políticos sobre si esta decisión será o no el inicio de acciones para combatir la ineficiencia y la corrupción en cualquier área dentro y fuera del gobierno.

"Esta administración se puso como objetivo la modernización de nuestras empresas estatales (y) esta medida está enmarcada como parte de ese objetivo... de contar con empresas estatales que estén proporcionando servicios a los usuarios de manera eficiente y que no se vuelvan un obstáculo para el crecimiento económico del país", aseguró Kessel, aunque no adelantó que otras acciones podrían tomarse.

El ejecutivo ha señalado que el cierre de la compañía, que empleaba a 44.504 personas, se debió a que tenía deficiencias operativas y financieras, como pérdidas por una tercera parte de la energía que generaba, además de que los costos casi duplican a sus ingresos por ventas.

La Comisión Federal de Electricidad, la otra compañía paraestatal, asumió desde el domingo las operaciones de la empresa cerrada.

El gobierno ha ofrecido indemnizar a los trabajadores con 33 meses de salario en promedio, además de recontratar a la mayor cantidad de gente posible. A quienes no sean readmitidos, la autoridad le ofreció asesoría y capacitación para buscar otro empleo.

El SME, que ha llamado a sus agremiados a no aceptar la indemnización, informó tener reportes de unos 21 empleados de CFE que habían fallecido por su desconocimiento de operar equipos de LyFC, algo que la comisión negó en un comunicado.

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