En un comunicado, la Fundación señaló que, en términos interanuales, la actividad todavía muestra una tendencia al decrecimiento de forma que registra un -4,2 por ciento, un punto por debajo del primer trimestre. De este modo, el diferencial de crecimiento con respecto a la Zona Euro sufrió un drástico recorte, al pasar de 1,7 puntos a sólo 0,5 puntos a favor de España.
En cuanto al mercado exterior, la publicación muestra que los dos grandes componentes del PIB han tenido un comportamiento "divergente", en donde la aportación de la demanda externa mejoró hasta los 3,1 puntos porcentuales en tanto que la contribución negativa de la demanda interna se ha agravado hasta los -7,3 puntos porcentuales.
Así, el sector exterior se vio favorecido más por la reducción de las importaciones, que por el repunte de las exportaciones, fruto de la leve mejora del comercio con los países de la Unión Europea.
A la contracción de la demanda interna contribuyeron todos sus componentes, a excepción del consumo público y la inversión en construcción no residencial. El consumo privado ha aumentado ocho décimas la caída (-5,9 por ciento), mientras que el gasto público se ha desacelerado 1,3 puntos porcentuales (un 5,1 por ciento).
En los meses de verano se ha observado un "repunte" en ciertas variables como las ventas de automóviles y el índice de comercio al por menor. La puesta en marcha del 'Plan 2000E' logró impulsar las ventas de turismos en agosto.
Por su parte, la formación bruta de capital fijo ha incrementado la caída en un -17 por ciento, de modo que la inversión en bienes de equipo es la que soporta la mayor bajada, un -28,9 por ciento, seguida de la construcción (-12 por ciento), cuyo ritmo de descenso comienza a estabilizarse, gracias a las inversiones en obra civil relacionadas con los ayuntamientos y las nuevas líneas ferroviarias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario