lunes, 5 de octubre de 2009

La FSA británica anuncia la nueva regulación de la banca, que endurece los requerimientos de capital

LONDRES.- El regulador bursátil británico, la Financial Services Authority (FSA) anunció hoy la nueva normativa bancaria en materia de capitales por la cual las entidades del país tendrán que incrementar sus requerimientos de capital y en bonos gubernamentales en 110.000 millones de libras esterlinas y recortar su dependencia de financiación a corto plazo en un 20% durante el primer año de la nueva normativa.

Es de esperar también que la FSA endurezca adicionalmente la regulación en los años venideros, por lo que los bancos podrían tener que incrementar la tenencia de activos de fácil venta hasta 370 millones de libras esterlinas o reducir su dependencia de financiación a corto plazo en un 80%. También impulsarían su posición de caja y bonos en un total de 170.000 millones de libras esterlinas.

Los bancos afectados por los cambios regulatorios actualmente mantienen cerca de 300.000 millones de libras en activos garantizados, por lo que la nueva normativa implicaría un cambio significativo en el modelo de negocio.

La FSA se ha comprometido a que el nuevo régimen no tome efecto hasta que los reguladores confíen en el fin de la recesión, y afirmó que empezarán a tomar en consideración el calendario de la implementación a mediados del próximo año.

La normativa completa se aplicará a cerca de 210 entidades con sede en Reino unido y sociedades de inversión, así como a 200 sucursales en el extranjero de los grupos británicos. Cerca de 90 entidades adicionales tendrán una cobertura de la regulación más limitada.

Las nuevas normas propuestas por la FSA suponen uno de los primeros proyectos frontales para prevenir colapsos financieros como los de Lehman Brothers y Northern Rock ya que convertirán a Reino Unido en el primer país en aplicar los nuevos requerimientos de liquidez sugeridos por el G-20.

La semana pasada, el ministro del Tesoro británico, Alistair Darling, anunció que los cinco principales bancos del país, HSBC, Lloyds, Barclays, Royal Bank of Scotland y Standard Chartered, acordaron asumir las limitaciones sobre los bonus acordadas en la cumbre del G-20.

"La FSA es el primer gran regulador en introducir un endurecimiento de los requerimientos de liquidez para las firmas. Debemos aprender de las lecciones de la crisis financiera y creemos que la implantación de normas de financiación más restrictivas es esencial para asegurar una buena posición para afrontar futuras crisis", destacó el director de política prudencial de la FSA, Paul Sharma.

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