jueves, 8 de octubre de 2009

La reordenación del sector financiero español propiciará la entrada de capital de países emergentes

MADRID.- El proceso de reestructuración del sector financiero supondrá una oportunidad para la entrada en España de capital procedente de países emergentes, aunque sus inversiones no estarán destinadas a tomar posiciones mayoritarias, según el presidente de A.T. Kearny Iberia, Joao Pena.

Pena explicó hoy, durante la presentación del estudio 'Las fusiones y adquisiciones ante la crisis económica', que todavía es prematuro señalar la forma en que se producirá esta entrada y qué capital estaría a disposición del inversor, ya que el proceso de reestructuración de la banca española "está aún en el principio y no podemos entender los modelos y entidades que saldrán de él".

El directivo señaló que la depreciación de las empresas como consecuencia de la crisis va a hacer que la entrada en España sea más atractiva para las compañías de naciones emergentes. Aunque en los últimos años estas inversiones se centraron en el sector de la construcción, todo parece apuntar que las que se produzcan en los próximos años abarcarán un 'mix' de sectores de alto valor añadido.

"Una entrada en el sector financiero español da entrada al mercado español, pero también a su 'know how'", lo que a su juicio es un pasaporte para la "entrada en banca de cualquier país".

El ejecutivo indicó que la mayor parte de las inversiones que proceden de países emergentes están dirigidas a adquirir participaciones minoritarias, al contrario de lo que sucede con las firmas españolas, que suelen tomar una posción de control. Pese a ello, Pena no descartó que "en dos o tres años" de permanencia en el accionariado con una pequeña participación, avancen en su posición respecto al capital.

Pena aseguró que en el caso español la mayor parte de la inversión que tiene su origen en países emergentes procede de América, principamente de Brasil. De hecho, es el primer inversor en España en términos de adquisiciones mayoritarias (51%), -seguido de Kuwait, México y la India-, liderando operaciones de fusiones y adquisiciones por importe de 1.219 millones en 2008.

El directivo explicó que las fusiones y adquisiciones realizadas por las empresas de mercados emergentes hacia regiones industrializadas continúan con una tendencia positiva, mientras que en la dirección inversa están paralizadas.

De hecho, el número de adquisiciones entre las dos regiones aumentó de las 2.322 realizadas en 2007 a las 2.478 de 2008 por el impulso de las empresas de países emergentes, cuyas actividades de adquisición aumentaron un 29%, hasta 610 operaciones.

De cara al futuro, el estudio de la consultora prevé un mayor volumen de inversiones entre los países desarrollados y en desarrollo. "El número de adquisiciones se intensificará a partir de 2010, impulsado también por fondos soberanos y capital, que se beneficiarán de la devaluación de las compañías", afirmó el director de la consultora y co-autor del estudio, Pedro Moliner.

En este sentido, Pena subrayó la importancia de las relaciones gubernamentales y las misiones comerciales, reforzando los esfuerzos diplomáticos, que, según dijo "suponen una inversión intangible que aporta grandes retornos".

Pena reconoció los riesgos de la entrada de capital de países en desarrollo en las firmas de los países desarrollados, pero subrayó que "las oportunidades que generan compensan", como el refuerzo de capital en períodos de falta de liquidez, la estabilidad accionarial, las oportunidades de crecimiento y opción a entrar en nuevos mercados, así como el aumento de la competitividad y de la productividad.

El estudio de A.T. Kearny revela que, durante los últimos años, los países emergentes han desempeñado un papel creciente en los procesos de fusiones y adquisiciones con países europeos, y España no ha sido ajena a este proceso. De hecho, el número de operaciones entre España y los países en desarrollo aumentó un 10% entre 2002 y 2008, aunque la crisis motivó una reducción del 16% el año pasado.

Asimismo, el informe revela que los países emergentes invirtieron en España 0,6 millones en 2008 (un 2% del total de la inversión directa recibida), mientras que los desarrollados destinaron al país 28,4 millones de euros.

Pena indicó que aunque las empresas españolas son tradicionalmente compradoras en este tipo de procesos, los países emergentes han comenzado a ganar relevancia en este ámbito.

En general, las inversiones de los países en desarrollo son de participación minoritaria y se centran en empresas de tamaño medio. Este hecho explica que la participación en el Ibex 35 de los países emergentes no supere el 0,6%.

No hay comentarios:

Publicar un comentario