Unas 15.000 personas, según datos de la gendarmería, participaron en el acto, convocado por las principales centrales sindicales, en reclamo de un aumento del salario mínimo y de mayor protección social.
"Abajo el gobierno", gritaban los manifestantes -trabajadores, estudiantes y jubilados- frente a la sede del gobierno. "Gobernantes, piensen en el pueblo", "Queremos un trabajo decente", decían las pancartas.
Los manifestantes denunciaban en particular una ley de armonización de salarios en la función pública, a la cual el Fondo Monetario Internacional (FMI) supeditó en 2008 la atribución de un préstamo de 20.000 millones de euros, acordado en coordinación con la UE y el Banco Mundial.
La protesta se lleva a cabo en un contexto económico difícil y políticamente complicado para el gobierno. La producción industrial rumana sufrió en agosto un nuevo retroceso, del 0,3% respecto a julio y del 5,9% respecto al mismo periodo de 2008, según datos publicados este miércoles.
Por otro lado, el gobierno demócrata-liberal del primer ministro Emil Boc, minoritario en el Parlamento, se enfrenta a una moción de censura presentada el martes por la oposición, a menos de dos meses de la elección presidencial del 22 de noviembre.
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