martes, 20 de octubre de 2009

Países de la Unión Europea se comprometen a reducir sus déficits a partir de 2011

BRUSELAS.- Los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE) acordaron este martes empezar a reducir los déficits públicos a partir de 2011, siempre y cuando se confirme la recuperación tras la crisis que llevó a la mayoría de Gobiernos a endeudarse con millonarios planes de rescate.
Durante una reunión en Luxemburgo, los ministros volvieron a dividirse por otro lado en la financiación sobre el impacto del cambio climático en los países pobres, a menos de dos meses de la conferencia de Copenhague para dar a luz a un acuerdo que suceda al protocolo de Kioto.
En cambio, sí hubo compromiso para poner una fecha de partida a la reducción de los déficits: "El saneamiento de las finanzas públicas en el conjunto de los Estados miembros (de la UE) debería empezar como muy tarde en 2011", indicaron en un documento los ministros europeos
.
Algunos países, como España, han visto cómo sus deudas explotaban en apenas unos meses, debido a la caída de los ingresos fiscales y a los planes de estímulo económico, acompañados de un aumento del gasto social.
El Gobierno español prevé un déficit de las cuentas públicas del 9,5% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2009, es decir, muy por encima de los límites permitidos por el Pacto de Estabilidad europeo (3%).
Pero el agujero económico podría ahondarse todavía más el próximo año, a juzgar por las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que proyecta un déficit del 12,5% para España.
Veinte de los 27 países de la UE ya han sido advertidos por superar el límite anual del 3% por parte de la Comisión Europea, que en noviembre decidirá qué acciones emprende al respecto.
Francia, por ejemplo, también prevé un déficit astronómico del 8,2% del PIB este año y del 8,5% en 2010.
Paralelamente, los ministros no lograron acordar cómo la UE contribuirá a financiar el impacto del cambio climático en los países pobres, que, según la Comisión Europea, necesitarán 100.000 millones de euros anuales hasta 2020.
Esta cuestión, que se está imponiendo en las negociaciones internacionales de cara a la conferencia del 7 al 18 de diciembre en Copenhague, será abordada finalmente entre los europeos durante la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno prevista el 29 y 30 de octubre en Bruselas.
La Comisión Europea calcula que los países industrializados deberían aportar entre 22.000 y 50.000 millones de euros anuales en favor de los países pobres, de los cuales la UE contribuiría con entre 2.000 y 15.000 millones de euros.
Pero los países europeos siguen sin ponerse de acuerdo sobre cómo repartir la factura.
Mientras algunos Estados como Polonia se niegan a pagar al estimar que ellos también son "pobres", otros como Alemania juzgan que la UE no debe mover ficha mientras el resto de países industrializados, como Estados Unidos, no aclaren hasta qué punto están dispuestos a comprometerse contra el cambio climático.

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