lunes, 19 de octubre de 2009

Preocupación en la zona euro por el dólar débil y el yuan infravalorado

LUXEMBURGO.- Los ministros de Finanzas de los países de la zona euro están "preocupados" por la debilidad del dólar y la infravaloración crónica del yuan chino, dos fenómenos que penalizan las exportaciones de Europa e hipotecan su reactivación económica.
"Discutimos ampliamente entre nosotros de tasas de cambio, que es un problema que nos preocupa", declaró Juan-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo.

Juncker habló tras una reunión en Luxemburgo del foro de ministros de Finanzas de la zona euro.

La principal fuente de inquietud es el dólar. Después de subir a finales de 2008 con la crisis gracias a su estatuto de valor refugio, volvió a caer a lo largo de este año, provocando una apreciación del euro de un 18% frente al billete verde desde primeros de marzo.

Este lunes la moneda única europea se acercó a sus niveles más altos desde hace 14 meses frente al dólar. El euro valía por la noche 1,4958 dólar frente a 1,4903 dólar la noche del viernes.

"Todos juntos hemos repetido que queríamos un dólar fuerte, que necesitábamos un dólar fuerte. Lo hemos reiterado colectivamente, con la máxima fuerza", insistió después de la reunión la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde.

El presidente del banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, presente en la reunión de Luxemburgo, también lanzó un mensaje en el mismo sentido.

"La afirmación de que la volatilidad excesiva y los movimientos desordenados en los mercados de divisas están teñidos de implicaciones negativas para la estabilidad económica y financiera forma parte de nuestra posición común" en la zona euro, dijo, en alusión a la debilidad del dólar.

También hizo un llamamiento a las autoridades norteamericanas para que propicien un aumento del tipo de cambio del billete verde y pasar de las palabras a los actos.

"Todos escuchamos con gran atención las declaraciones de las autoridades norteamericanas sobre su política de dólar fuerte", añadió Trichet.

Las autoridades norteamericanas aseguran que apoyan el principio de un dólar fuerte, pero están bajo sospecha de acomodarse perfectamente a la caída del tipo de cambio del billete verde.

La situación favorece las exportaciones norteamericanas, conduce a los consumidores de Estados Unidos a comprar productos naciones más baratos (porque los bienes importantes son mecánicamente más onerosos) y en definitiva es un factor de reactivación económica para la primera potencia económica mundial.

Para la zona euro, en cambio, la apreciación de la moneda única fruto de la bajada del dólar penaliza sus exportaciones y puede matar el tímido inicio de reactivación económica que está viviendo, después de una recesión sin parangón en más de 60 años.

Si la apreciación del euro se mantiene, "corremos el riesgo (...) de frenar la recuperación económica en Europa", declaró Juncker el viernes pasado.

Los 16 países que comparten moneda única están confrontados al mismo tiempo a la debilidad de otra gran moneda, el yuan chino, mantenido a un nivel artificialmente bajo desde hace años por Pekín para favorecer las exportaciones de China y apoyar su crecimiento.

Juncker anunció la noche del lunes que "de aquí a fin de años" viajará a China, con Trichet y el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, el español Joaquín Almunia, para hablar "de política de cambio".
En concreto, para intentar convencer a Pekín de dejar que su moneda se aprecie, sobre todo con respecto al dólar.

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