La ministra rusa de Economía, Elvira Nabiulina, indicó en una conferencia de prensa que el Gobierno ruso se plantea prohibir el uso de cualquier tipo de bombillas incandescentes a partir de 2014, mientras que la restricción para las bombillas incandescentes de más de 75 watios comenzará el 1 de enero de 2013.
Asimismo, el Gobierno ruso había anunciado con anterioridad que podría prohibir la producción y venta de bombillas incandescentes de más de 100 watios desde enero de 2011.
Nabiulina apuntó que el coste para la economía rusa del proceso de transición desde las bombillas tradicionales a otros dispositivos más eficientes supondría unos 100.000 millones de rublos (2.890 millones de euros).
Por su parte, el asesor económico presidencial Arkady Dvorkovich precisó, en declaraciones recogidas por la agencia Ria Novosti, que el Gobierno no se ha planteado fijar un calendario rígido en la ley, aunque consideró "realistas" los plazos expresados.
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