viernes, 16 de octubre de 2009

La sonda IBEX explora los misteriosos límites del Sistema Solar

HOUSTON.- IBEX, pequeña sonda de la NASA, relevó nuevos datos sobre los límites de nuestro Sistema Solar, al realizar los primeros mapas panorámicos de la zona, fronteriza con el desconocido espacio interestelar, según un estudio difundido hoy.

Lanzada en octubre de 2008, IBEX (Interstellar Boundary Explorer) realizó la primera misión examinando en su globalidad las interacciones entre los vientos de partículas que emana el sol y los rayos cósmicos provenientes de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

"Los resultados de IBEX son verdaderamente extraordinarios, porque revelan fenómenos que no corresponden en nada con las teorías o modelos actuales en esta región nunca observada en su conjunto", explicó David McComas, encargado científico de la misión y director de la división ciencia espacial del Southwest Research Institute en San Antonio (Texas, sur).

Estas observaciones "van a revolucionar nuestra comprensión de la heliosfera", la enorme burbuja formada por el soplo de los vientos solares que engloba al Sistema Solar y se desplaza por el espacio interestelar a 90.000 km/h, dijo McComas.

"Cuando nosotros esperábamos ver pequeñas variaciones en esta zona fronteriza interestelar donde termina la influencia del sol, a decenas de miles de millones de kilómetros de la Tierra, IBEX nos muestra una estela muy fina de luz de una intensidad entre dos y tres veces mayor que el resto del cielo en esta región que rodea la heliosfera", agregó.

Esta estela luminosa, cuya existencia era hasta ahora desconocida, parece sometida a la influencia del campo magnético cósmico, lo que hace pensar que el ambiente interestelar ejerce efectos mucho mayores sobre la estructura de la heliosfera de lo que se pensaba, dijo David McComas, cuyos trabajos aparecen en la revista estadounidense Science del 15 de octubre.

Además de mapear las intensidades luminosas de los límites del Sistema Solar cada seis meses, IBEX mide las partículas cósmicas que ingresan a la heliósfera. Además detectó -por primera vez en esta zona fronteriza- partículas de hidrógeno y oxígeno.

La pequeña sonda pesa 452 kg, describe una órbita de 321.868 en el apogeo y está equipada con dos cámaras ultrasensibles, un espectrómetro capaz de identificar diferentes categorías de átomos y un captor de estrellas muy preciso.

Sus datos ayudan a comprender mejor esta zona en torno a la heliosfera que protege el Sistema Solar de gran parte de las radiaciones galácticas más peligrosas para los humanos, dijeron los autores del estudio. Estas radiaciones son muy peligrosas para los astronautas y sin esta zona en torno a la heliósfera los rayos ingresarían a la órbita terrestre, lo cual haría los vuelos tripulados mucho más peligrosos, explicaron.

Hasta ahora, la única información que tenían los científicos sobre los límites del Sistema Solar provenía de las sondas Voyager 1 y 2, que fueron lanzadas en 1977 y dejarán de ser funcionales de aquí a 2020 debido al agotamiento de sus generadores.

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