Las informaciones trascendieron después que el jueves, en Fray Bentos, 300 kilómetros al noroeste sobre el compartido Río Uruguay, se reunió la Comisión de Seguimiento de Botnia, que forman autoridades oficiales y sectores sociales que analizan cada 45 días la marcha de la planta y sus eventuales consecuencias.
En el informe presentado por la directora nacional de Medio Ambiente, Alicia Torres, se hizo hincapié en que por los alegatos de la defensa de Uruguay ante la Corte Internacional, "para intentar fundamentar sus acusaciones, Argentina recurrió a afirmaciones contradictorias con la realidad, al sesgar y manipular datos, a la adulteración de documentos e, inclusive, a infringir el reglamento de la propia Corte".
Argentina denunció a Uruguay por presunta violación del Tratado del Río Uruguay al autorizar la construcción de esa planta de celulosa finlandesa, alegato rechazado por este país aduciendo que en 2004 hubo conformidad y acuerdo entre los dos gobiernos para proseguir con el plan de esa empresa.
"Las negociaciones de Uruguay en el proceso del Grupo Técnico de Alto Nivel (GTAN) muestran su buena voluntad de participar en la resolución de la disputa. La negativa argentina de articular claramente sus preocupaciones ambientales y técnicas sugieren que fueron otras las motivaciones de sus acciones", dijo el informe ante la Comisión de Seguimiento en Fray Bentos.
Debido a este conflicto, ambientalistas de la provincia argentina de Entre Ríos mantienen cortado desde hace tres años uno de los tres puentes internacionales con Argentina, lo que se ha convertido en un foco de irritación por lo que el gobierno uruguayo haya reiterado que no negociará hasta que se levante el bloqueo.
Botnia comenzó a elaborar pasta de celulosa el 9 de noviembre de 2007, el primer embarque hacia Europa y Asia lo hizo un mes después y a la fecha lleva exportadas 1.900.000 toneladas de celulosa.
En Buenos Aires, la cancillería argentina reaccionó en un comunicado en que "rechaza las inaceptables, infundadas e inoportunas declaraciones" de funcionarios uruguayos sobre las presentaciones en La Haya.
En la misma reiteró que Argentina, en un "informe científico muy sólido" y en los alegatos que "nuestro país demostró y llevó a conocimiento de la Corte Internacional de Justicia que la planta de Botnia ya está contaminando el ecosistema del río Uruguay, que se encuentra utilizando o ha utilizado en su proceso de producción y de limpieza productos prohibidos en la Unión Europea y otros países y que cuenta con un monitoreo insuficiente por parte de las autoridades uruguayas".
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