miércoles, 25 de noviembre de 2009

Aumenta la impaciencia con la política mercantil de Obama

WASHINGTON.- El tercer aniversario de la firma del pacto de libre comercio entre Estados Unidos y Colombia pasó este mes sin pena ni gloria, y mientras la Casa Blanca sigue negociando los últimos detalles, el Congreso ha dado muestras de impaciencia y los grupos mercantiles hablan si reparos de su frustración por la falta de avances en la política económica del gobierno.

"Durante la mayor parte del 2009 estuvimos callados" ya que el presidente Barack Obama encaraba la recesión e intentaba reformar el seguro médico, indicó Bill Lane, especialista en asuntos gubernamentales de la firma de maquinaria pesada Caterpillar Inc.

"No podemos seguir así. Ha llegado el momento de avanzar", agregó Lane, presidente adjunto de la Latin American Trade Coalition (Coalición Comercial Latinoamericana).

Los detractores de la política mercantil del presidente Barack Obama ponen como ejemplo el fracaso del Congreso a la hora de actuar en tres acuerdos bilaterales de libre comercio _ con Colombia, Panamá y Corea del Sur _ firmados durante el gobierno de su predecesor George W. Bush.

Agregaron que retrasar su aprobación, mediante la cual los tres países reducirían sus tarifas y eliminarían sus barreras arancelarias sobre los bienes y servicios estadounidenses, ha costado a Estados Unidos miles de millones de dólares y centenares de miles de empleos.

Lane dijo que Estados Unidos pagó a Colombia 2.300 millones de dólares en aranceles desde que ambos países pactaron el acuerdo hace tres años. Un informe preparado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos estimó que 383.400 empleos estadounidenses podrían verse afectados si Estados Unidos sigue sin hacer nada mientras la Unión Europea y Canadá siguen con sus acuerdos comerciales con Colombia y Corea del Sur.

"Estados Unidos corre el peligro de quedarse mirando desde afuera", dijo John Murphy, vicepresidente de la cámara para asuntos internacionales.

El último acuerdo de libre comercio aprobado por el Congreso fue con Perú en el 2007, el mismo año que el Congreso controlado por los demócratas eliminó la "adopción por vía rápida", un procedimiento que impide a los legisladores ofrecen enmiendas parciales a los acuerdos comerciales ya pactados, pudiendo solamente ofrecerlas a su totalidad.

La resistencia a los acuerdos de libre comercio forma parte de la naturaleza de muchos demócratas, quienes sostienen que han contribuido a la destrucción de empleo en este país y al mismo tiempo que no han garantizado plenamente los derechos de los trabajadores y protegido el medio ambiente de los países firmantes.

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