"Empresas brasileñas ya están participando de este proyecto", de la instalación del Puerto de Mariel --una localidad ubicada a 50 kilómetros de la capital-- comentó durante una conferencia de prensa el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, Miguel Jorge.
Jorge visitó por segunda ocasión en tres meses Cuba y esta vez participó de la XXVII Feria Internacional de La Habana, la bolsa comercial más importante de la nación caribeña y en la cual Brasil tiene un pabellón.
El puerto del Mariel requerirá de unos 600 millones de dólares y la nación sudamericana aportará la mitad de ese dinero, mientras Cuba contratará a firmas de esa nación para su construcción.
Inicialmente Brasil financiará unos 110 millones de dólares que se ocuparía para los accesos a carreteras, poner en punto un ferrocarril y hasta el dragado, entre otros. Se espera la transferencia de otros 190 millones de dólares posteriores.
La obra propiamente dicha comenzará a inicios del próximo año, dijeron los funcionarios que acompañaban a Jorge, quien reconoció que esta será el negocio más importante que tenga Brasil con la isla.
El ministro indicó que las relaciones entre ambos países fueron mejorando desde que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, un ex dirigente sindical de izquierda, tomó el poder.
Aclaró que "cualquiera sea el gobierno" que asuma la presidencia el año entrante en Brasil, mantendrá el nivel de relaciones actual con Cuba.
Otro renglón importante es el trabajo que desarrolla Petrobrás, señaló el funcionario.
La firma abrió una oficina en la isla y está realizando "los trabajos de la parte sísmica" en un bloque en el Golfo de México con perspectivas de perforación para abril, señaló el ministro brasileño.
Durante este viaje el funcionario indicó que había aprovechado para "profundizar negociaciones" con las autoridades cubanas, entre ellas la instalación de una fábrica de vidrio con tecnología brasileña aquí y la propuesta para La Habana de montar una torre de secado de leche, una productora de latas de refresco y algunos proyectos farmacéuticos.
El gobierno de Cuba ha dicho que pasa por una difícil situación económica y estima que el comercio exterior de la isla habrá caído en un 30%. Varios empresarios extranjeros acusaron a las autoridades cubanas de no pagar sus facturas.
Jorge señaló que algunas compañías de su país "hablaron con el gobierno de Brasil" preocupados por los impagos, pero que en todo caso se trató de "retardo en las transferencias" por lo que al final "continúan con sus negocios como siempre".
Brasil ocupa el cuarto lugar como socio de Cuba, con un intercambio comercial de unos 690 millones de dólares en 2008 --contra los 480 millones de dólares del año precedente-- y con una balanza favorable a la nación sudamericana.
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