miércoles, 11 de noviembre de 2009

El 72% de empresas españolas tiene que definir una segunda reestructuración y el 49% acomete la tercera

VALENCIA.- La reestructuración que ha llevado a cabo el 93 por ciento de las empresas no es suficiente para asegurar su viabilidad, ya que un 72 por ciento de la empresas ha tenido que definir un segundo plan de acción y un 49 por ciento, acomete el tercero, según se desprende del 'II Estudio sobre Gestión de Crisis en España: Gestionando en el nuevo entorno' elaborado por Improven y que analiza la gestión de 183 empresas representativas.

El socio director de Improven y responsable de este estudio, Eduardo Navarro, señaló que se ha identificado que, "tras la primera toma de decisiones, efectuada a los 17 meses, se necesita una segunda a los 24 meses porque no se habían producido los efectos deseados".

Tras estos procesos de reestructuración, el estudio revela que el 23,5 por ciento de las empresas salen reforzadas en el medio-largo plazo, aunque esto "no quiere decir que estas empresas solamente sobrevivan a la crisis sino que, además, tras este periodo tienen una mejor posición competitiva que antes".

Así, "cuando llega la crisis, habitualmente, los sectores se reducen tanto en tamaño como en número de competidores, por lo que se tiende a repartir el mercado que queda y la situación final no tiene por qué ser tan mala", explicó el socio director de Improven.

Sin embargo, consideró que "un error importante es que la mayoría de las empresas se enfoca en pocas líneas de acción con mucho énfasis en el redimensionamiento de estructura y plantillas y la reducción de gastos generales", comentó Navarro. De este modo, más del 64 por ciento de las empresas se centra en 10 acciones, entre las que destaca, la desinversión en unidades de negocio no rentables, refinanciación de deuda, mejora de la gestión de compras, ajuste de recursos a las ventas, control de caja u optimización de pagos a proveedores.

Además, uno de los "fallos" de las empresas que se detecta en el estudio es que "tienen muchas esperanzas puestas en los resultados que a corto plazo se pueden obtener con el incremento de las ventas". Sin embargo, la realidad es que, de media, sólo se consigue cumplir los planes de mejora de ventas en un 13 por ciento de las ocasiones, y en la mayoría de estos casos el éxito se debe a situaciones de concentración sectorial y al crecimiento de las ventas en el ámbito internacional.

Para Navarro, "cuando llega la crisis, las empresas tienen que readaptar su estructura a la nueva situación". Al respecto, apuntó que "no hay que olvidar que el 60 por ciento de las empresas han visto descender sus ventas más del 15%, por lo que es importante reestructurar los recursos focalizándose en el core business, adecuando los recursos a las ventas y lanzando programas de mejora de productividad".

En este entorno de reestructuración, una medida "ineludible" es el redimensionamiento de plantillas, que han llevado a cabo el 84 por ciento de las empresas que han aplicado las "mejores" prácticas. No obstante, el responsable del estudio, precisó que "el problema que se detecta es que se reducen menos las estructuras que las caídas de ventas".

Asimismo, otra de las iniciativas adoptadas por las compañías estudiadas es la refinanciación de la deuda, desarrollada en un 73 por ciento de los casos. El 64 por ciento de las empresas también ha logrado optimizar su circulante en los últimos meses, con la mejora de la liquidez, la reducción stocks, la gestión de cobros o la gestión de pagos, entre otros.

El socio de Improven manifestó que "la realidad es que en los últimos tiempos las entidades financieras son mucho más flexibles y apoyan a las empresas en su viabilidad aunque con condiciones distintas a las del pasado". De este modo, consideró que "la única solución sostenible a medio plazo es que empresas y entidades financieras lleguen a acuerdos para refinanciar la deuda de manera que las empresas puedan cumplir con sus compromisos".

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