El principal barómetro de confianza en Alemania aumentó 1,9 puntos, para llegar a 93,9 puntos, superando con claridad las expectativas de los economistas. Se trata de su nivel más alto desde agosto de 2008, es decir un mes después del derrumbamiento del banco norteamericano Lehman Brothers. Es además el octavo mes consecutivo de progresión.
"La economía alemana continúa negociando su salida de la crisis", indicó con prudencia Hans-Werner Sinn, presidente del instituto de coyuntura IFO, que publica en forma mensual este sondeo a partir de una muestra representativa de 7.000 empresas.
De su lado, los economistas reaccionaron de manera mucho más optimista. "Es evidente que la industria alemana se recupera", indicó el analista Carsten Brzeski, del banco ING. Los industriales se declararon más confiados en cuanto a sus negocios actuales y sus actividades en los próximos seis meses, incluyendo los comerciantes minoristas que ya se benefician de las compras de Navidad.
En la industria manufacturera, base de la economía, los empresarios son más optimistas en cuanto a sus posibilidad de exportar, con pedidos en aumento y una clara reactivación de la demanda de las economías emergentes en Asia, así como de los países vecinos de la zona euro.
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