viernes, 13 de noviembre de 2009

El FMI, impotente frente al desorden en la corte del rey dólar

WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI), encargado desde hace más de 60 años de coordinar el sistema monetario mundial, se muestra impotente frente al desorden actual, donde prima un dólar que inspira cada vez más desconfianza.

Las miradas están centradas en el Fondo, única institución con legitimidad para proponer un nuevo sistema.

Después de China, que había llamado en marzo a implementar una nueva moneda de reserva mundial, Rusia estima que hay que repensar el estatuto del dólar.

Por su parte, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, pide "un mundo plurimonetario", mientras que los aliados de Estados Unidos, como Japón y Alemania, consideran que el sistema actual es el mejor adaptado hasta que se pruebe lo contrario.

Cerca de dos tercios de las reservas de divisas de los Estados son respaldadas en dólares, cifra que tendió a crecer con la crisis mundial. Además el 90% de las transacciones del mercado de cambios consisten en vender o comprar dólares.

En el debate entre sus Estados miembros, el FMI no toma posición. Juega un papel de observador, apuntando a los países del G-20 los problemas de la subvaluación del yuan chino y del uso del dólar como apoyo del 'carry trade', la especulación que consiste en tomar crédito en una moneda de bajo interés para arbitrar tasas con otra de mayor rendimiento.

Al igual que nada pudo decir cuando el presidente estadounidense Richard Nixon puso fin en 1971 al sistema del patrón oro y las paridades fijas, el FMI no tiene poder para imponer un sistema más equilibrado.

Según un informe publicado el miércoles y firmado por tres de sus economistas, cuyo punto de vista "no debe ser atribuido al FMI", el mundo vive con un "no sistema" monetario que, "pese a su relativa estabilidad", presenta grandes debilidades. Como el mundo entero quiere dólares, o al menos compra activos financieros en dólares, el hecho de endeudarse es completamente natural, admiten los tres autores.

Los problemas provienen de la proporción desmesurada que alcanzó la deuda estadounidense, del desmoronamiento del dólar frente a las monedas de países emergentes y por ello de la caída del valor de las reservas.

La cotización del dólar refleja actualmente "su valor internacional más débil desde 1967" y "es seguramente posible" que "en breve pueda caer aún más", dijo el ex economista jefe del FMI Simon Johnson al diario The New York Times'

Pero, para un país que quiere diversificar sus reservas, las opciones son pocas. El euro, el yen, la libra o el yuan no son muy atractivos y el oro solo está disponible en cantidades limitadas.

Finalmente, los derechos especiales de giro (DEG), una unidad monetaria creada por el FMI en 1969 cuyo valor fluctúa en función de la cotización de cuatro divisas, tienen el inconveniente de no comprar prácticamente más que... dólares.

"Reemplazar el papel del dólar estadounidense por los DEG, algo interesante para considerar, en mi opinión no se concretará en los próximos dos días", explicó el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, a finales de octubre en Oslo.

Los tres economistas del FMI encuentran de su lado que lo más realista es buscar todavía convencer a los países de dejar de acumular montañas de reservas, automáticamente en dólares.

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