domingo, 29 de noviembre de 2009

El mundo en desarrollo insta a EEUU a comprometerse con la ronda de Doha de la OMC

GINEBRA.- Potencias emergentes y países en desarrollo coincidieron el domingo en Ginebra en la necesidad de un compromiso firme de Estados Unidos como único modo de poder concluir la ronda de Doha, de cara a la ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que se abre mañana lunes.

"Hay un país en particular que hace que las cosas sean más lentas", afirmó el canciller brasileño Celso Amorim en referencia a las estancadas negociaciones de Doha, en el marco de una reunión del G-20 (que integran entre otros Brasil, China, India y Argentina) previa a la gran cita de la OMC.

Evitando cuidadosamente nombrar en forma explícita a Estados Unidos, los ministros del G-20 señalaron en un comunicado que "casi todos los miembros de la OMC, desarrollados y en desarrollo, se encuentran en posición de continuar avanzando" y cerrar la ronda de Doha de liberalización del comercio mundial.

Durante el encuentro en un hotel de Ginebra, el G-20 y otros países en desarrollo reunidos en el G-33 estimaron que la falta de definición de la administración norteamericana es la razón principal de la parálisis de las discusiones lanzadas en 2001 en la capital qatarí.

"Falta claramente una posición más clara, quizás una política comercial, de uno de los miembros más importantes de la organización. Hablamos de Estados Unidos", explicó un diplomático presente en la reunión que no quiso revelar su identidad.

Este diplomático señaló que el mundo en desarrollo intentará utilizar la primera gran ministerial de la OMC en cuatro años - de lunes a miércoles en la ciudad suiza- como un instrumento para presionar en forma positiva al gobierno del presidente estadounidense Barack Obama.

"Haciendo un poco de presión, por ejemplo en el área del medio ambiente, se han logrado algunos movimientos de la parte de China y Estados Unidos. La ministerial es una posibilidad de hacer avanzar las cosas", dijo.

El mundo, agregó, debe "ayudar a Estados Unidos a catalizar un proceso interno", ya que la situación "no es fácil" para Obama, que sufre una fuerte presión proteccionista de parte del Congreso norteamericano en el marco de la peor recesión global desde 1930.

Si bien la gran ministerial de la OMC está destinada oficialmente a "examinar el funcionamiento" de la organización, también debe servir para enviar "un cierto número de fuertes señales al mundo entero" sobre el comercio, incluyendo la ronda de Doha, según su director, el francés Pascal Lamy.

Marcado por sus múltiples ensayos infructuosos, Lamy ha preferido reducir al máximo las ambiciones de la ministerial en la que participan más de 100 países, aunque no dejará de destacar una vez más los beneficios que trae consigo la ronda de Doha.

Tras una caída prevista de más del 10% del comercio mundial en 2009 a raíz de la crisis económica y financiera, Doha podría aportar hasta 700.000 millones de dólares a la economía global al levantar las barreras tarifarias de miles de productos y poner fin a las subvenciones agrícolas de Europa y Estados Unidos, según ciertos estudios.

En su comunicado, los países emergentes y en desarrollo piden una ministerial multilateral a principios de 2010 para evaluar en qué punto se encuentran las negociaciones de Doha con el objetivo de intentar cerrar la ronda antes de fines del año próximo.

"Esperamos una situación más positiva a principios de 2010", afirmó en ese sentido la ministra indonesia de Comercio, Mari Pangestu, resumiendo las expectativas de sus homólogos.

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