Este balance se debe, especialmente, a un descenso del 31,5% en el caso de las viviendas promovidas desde el sector privado, con un total de 78.463 certificados de fin de obra. Así, estas viviendas supusieron el 98% del total de inmuebles finalizados.
Por su parte, las viviendas acabadas por cuenta de las administraciones públicas experimentaron un descenso interanual del 1,5%, contabilizándose hasta agosto un total de 1.601 unidades.
Por el momento, las cifras de viviendas construidas hacen pensar que el año 2009 finalizará con algo más de 120.000 viviendas terminadas, lo que supondrá una vuelta a los niveles de 2002.
Así, como se ha señalado en diversas ocasiones tanto desde el ámbito de los promotores como desde el Ministerio de Vivienda, la oferta se ajusta con mayor lentitud a los cambios de ciclo que la demanda por la larga maduración de los proyectos. De este modo, la ralentización en la iniciación de viviendas desde el estallido de la crisis comienza a traducirse ahora en el número de proyectos terminados.
En paralelo, la demanda parece reactivarse. Así, la compraventa de viviendas se redujo un 9,9% en agosto en relación a igual mes de 2008, hasta un total de 34.019 operaciones, lo que supone el primer descenso interanual inferior a los dos dígitos de los últimos 16 meses, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La reducción de la producción y el incremento de las compraventas sitúan más cerca el momento en que comience a absorberse el 'stock' de viviendas hasta que ambas coordenadas se crucen y se den las condiciones para la reactivación del sector inmobiliario residencial.
Por lo pronto, el presidente de la patronal de los promotores y constructores, José Manuel Galindo, indicó que la bolsa de alrededor de 757.000 viviendas sin vender con las que se cerrará el año 2009 no aumentará durante el próximo año.
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