jueves, 12 de noviembre de 2009

El PIB español envía una buena señal, pero seguirá lastrado por el paro

MADRID.- La economía española ha dado síntomas en el tercer trimestre de que los más profundo de la recesión pasó a la historia gracias al sector exterior, pero economistas dijeron que la debilidad del mercado laboral continuará lastrando la tasa de expansión del PIB.

La economía española se contrajo un 4% en tasa interanual en el tercer trimestre del año y un 0,3% en tasa intertrimestral, mejorando en ambos casos las previsiones realizadas por el Banco de España, que estimaba una caída interanual del 4,1% y un descenso intertrimestral del 0,4%.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) dijo el jueves que el Producto Interior Bruto (PIB) se contrajo preliminarmente entre los meses de julio y septiembre un 0,3 por ciento frente al -1,1 por ciento del trimestre anterior.

La tasa interanual también moderó su contracción hasta el 4,0 por ciento frente al -4,2 por ciento del segundo trimestre.

Ambas tasas superaron en una décima las previsiones compiladas por Reuters y las del Banco de España.

"Este resultado es consecuencia de una contribución menos negativa de la demanda nacional y de la aportación positiva del sector exterior", dijo el INE en una nota de prensa.

La oficina de estadística sólo divulga la tasa interanual e intertrimestral en su versión avanzada del PIB. El 18 de noviembre distribuirá la estadística completa.

El dato trimestral avanzado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestra una desaceleración menos pronunciada de la economía española en comparación con el segundo trimestre del año, cuando el PIB se contrajo un 1,1%. De hecho, el retroceso intertrimestral del PIB en un 0,3% es la caída trimestral menos acentuada desde que se inició el periodo recesivo.

Por su parte, la tasa interanual del PIB del tercer trimestre (-4%) mejora en dos décimas la registrada en el trimestre anterior (-4,2%), dato que el organismo estadístico atribuye a una contribución "menos negativa" de la demanda nacional y a la aportación positiva del sector exterior.

"De esta manera, la actividad global modera su contracción", afirma el INE, que recuerda que el próximo 18 de noviembre publicará los datos completos de la Contabilidad Nacional del tercer trimestre.

Con la caída del PIB en un 4% en el tercer trimestre, ya son cuatro los trimestres consecutivos en los que la economía española registra tasas interanuales negativas, tras los retrocesos del 1,2%, 3,2% y 4,2% experimentados en el cuarto trimestre de 2008, y primer y segundo trimestre de 2009, respectivamente.

Asimismo, esta contracción del 4% contrasta con el avance del 0,5% que registró el PIB español en el tercer trimestre del año pasado.

Por su parte, la variación intertrimestral de la economía española se situó en el -0,3% en el tercer trimestre, atemperando en ocho décimas el descenso experimentado en el segundo trimestre (-1,1%). Con éste, ya son cinco los trimestres consecutivos en los que se contrae el PIB español, que oficialmente entró en recesión (dos trimestres de crecimiento negativo) a finales del año pasado.

Los datos publicados este jueves por el INE mejoran en una décima las previsiones realizadas por el Banco de España en su último boletín económico.

La institución gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez estimaba que la economía española había moderado su caída intertrimestral al 0,4% en el tercer trimestre y al 4,1% en tasa interanual, y atribuía esta mejora a las ayudas públicas.

De hecho, el Banco de España aseguraba en su boletín que la evolución más favorable de la tasa intertrimestral del PIB en el tercer trimestre se debe, en parte, a las medidas públicas con efectos transitorios (como el Plan 2000E y el Fondo Local) adoptadas por el Gobierno.

En cuanto a la evolución interanual de la economía española, la institución avanzaba que ésta se iba a moderar levemente en el tercer trimestre gracias al menor retroceso de la demanda nacional, que estimaba en un -6,5%, y a la aportación positiva de la demanda exterior neta, cifrada en un 2,7%.

La entidad emisora explicaba en su boletín que entre julio y septiembre se ha confirmado la tendencia de ralentización del ritmo de contracción de la actividad, en un entorno en el que prosiguió la "normalización de los mercados financieros" y en el que las condiciones macroeconómicas globales dieron "signos de estabilización".

Según el Banco de España, por el lado de la oferta, los indicadores más recientes no sólo apuntan a una "cierta ralentización" del ritmo de disminución del PIB en el tercer trimestre, sino también a un menor retroceso en el empleo que, de acuerdo con sus estimaciones, habría descendido un 7% en términos interanuales.

La institución que lidera Fernández Ordóñez cree que en el tercer trimestre se prolongó la "debilidad" en el gasto en consumo final de los hogares, aunque señalaba que los indicadores apuntan en todo caso "de forma inequívoca" a una menor intensidad de la caída.

En su opinión, la "persistente debilidad" del consumo se explica, sobre todo, por la incertidumbre derivada del "marcado deterioro" del mercado de trabajo, el impacto negativo de la destrucción de empleo sobre los salarios y por la restricción crediticia.

Según el Banco de España, estos elementos han prevalecido sobre otros cuya evolución está siendo "más favorable", como las bajas tasas de inflación, la moderación de los tipos de interés, el efecto positivo sobre la renta disponible de las transferencias netas de las administraciones públicas y el aumento de la riqueza disponible.

Así, el Banco de España afirmaba en su boletín que la incertidumbre de los hogares sobre la evolución futura de sus rentas y del valor de su riqueza neta se ha traducido en un "intenso" aumento de la tasa de ahorro, hasta el 17,5%, de su renta disponible, un máximo histórico.

Sin embargo, considera que a medio plazo la tasa de ahorro empezará a caer, aunque se mantendrá en niveles superiores a la media histórica. Para 2010, cree que el aumento del IVA a partir de julio podría provocar la anticipación de cierto volumen de gasto en el primer semestre del año, aunque será contrarrestado en la segunda parte del año por el efecto contrario.

Según el banco emisor, la inversión en equipo siguió cayendo "intensamente" entre julio y septiembre, aunque cree que probablemente no experimentó ningún deterioro adicional en términos interanuales.

Por su parte, subrayaba que la inversión en construcción, se estabilizó en términos interanuales, aunque en cotas "muy negativas", gracias al repunte de la obra civil, cuya revitalización fue el resultado de la ejecución de proyectos ligados al Fondo de Inversión Local.

"Todo lo que sea mejor que las expectativas, aunque sea ligeramente, es una buena señal. España, aunque esté retrasada en la recuperación respecto a Europa, no puede divorciarse de lo que es la senda general", dijo Emilio Ontiveros, catedrático de Economía de la Empresa y presidente de Analistas Financieros Internacionales.

"Va a ser complicado que la economía se recupere más rápido que lo que apuntan las previsiones porque un elemento definitorio de la fase en la que estamos es que, aún cuando se moderara el ritmo de desaceleración, el aumento del paro va a seguir siendo una constante durante, al menos, un par de trimestres más con el consiguiente efecto sobre el consumo", añadió.

El Gobierno prevé una tasa de contracción del PIB para el conjunto de este año del 3,6 por ciento.

"Al final del año podríamos estar entre el -3,6 por ciento y -4,0 por ciento", en opinión de Nicolás López, director de análisis y mercados de M&G Valores.

Para el estratega de Citigroup, José Luis Martínez, el aspecto más relevante que afronta la economía doméstica es generar tantos puestos de trabajo como los 1,5 millones de empleos que ha destruido la crisis desde que se iniciara en el otoño de 2007.

"Tenemos que ir más allá en el tiempo y preguntarnos si en tres o cuatro años vamos a ser capaces de crear el empleo que se ha destruido y esa va a ser la incógnita fundamental de la economía española", dijo José Luis Martínez, estratega de Citigroup.

Según las últimas cifras de la Encuesta de la Población Activa del tercer trimestre del año, el mercado laboral español alcanzó una tasa de desempleo del 17,93 por ciento, la más alta desde el cuarto trimestre de 1998.

Pero si el desempleo representa la mayor amenaza para el crecimiento sostenido de la economía española, el sector exterior puede ejercer de contrapeso si las economías más potentes de la eurozona consolidan el avance del segundo trimestre.

"Ahora vendría muy bien que Alemania y Francia consolidaran claramente la recuperación que insinuaron en el segundo trimestre y, sobre todo, el Reino Unido, que nos interesa mucho porque Alemania y el Reino Unido son los que pueden hacer que el sector servicios levante cabeza", agregó Ontiveros.

Alemania y Francia crecieron un 0,3 por ciento intertrimestral en el segundo trimestre y las previsiones compiladas por Reuters apuntan a un crecimiento de un 0,8 por ciento y del 0,6 por ciento, respectivamente, en el tercer trimestre.

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