martes, 17 de noviembre de 2009

Garicano (LSE) defiende las fusiones en España de cajas de ahorro "entre una fuerte y una débil" y critica los "matrimonios de conveniencia política"

VALENCIA.- El catedrático de Estrategia y Ciencias Económicas de la London School in Economics (LSE), Luis Garicano, defendió hoy las fusiones de cajas de ahorro "entre una fuerte y una débil", al tiempo que criticó los "matrimonios de conveniencia política" entre entidades.

Garicano se pronunció así al ser preguntado por la posible fusión de Bancaja y CAM, operación sobre la que declinó opinar, aunque recalcó que, a nivel general y "desde el punto de vista de la eficiencia económica", convendría que "no fueran todas regionales".

"A veces la mejor fusión será regional, pero lo que está mal es que el principio sea que las fusiones deben ser siempre dentro de la comunidad autónoma, porque eso te lleva a evitar los buenos matrimonios entre una fuerte y una débil en favor de los matrimonios de conveniencia política, que yo creo que no son buenos", sentenció.

Recalcó asimismo que "hay que separar la gestión, que tiene que estar profesionalizada" de "la obra social, que es una fundación y que tiene que dirigirse con los criterios que la sociedad elija y pueden ser políticos".

"Que se politice o se tenga un control público de la obra social me parece de sentido común", añadió Garicano, quien estimó que esa distinción "se puede respetar muy bien en las fusiones" y "no tendría que ser políticamente tan complicado".

Así, planteó que podría haber "un gestor profesional que dirija el tema de cartera de valores y depósitos, y dos obras sociales separadas en dos regiones, cada una con su propia fundación y la posibilidad de gastar el dinero como en esa comunidad autónoma se quiera".

En la misma línea, preguntado por otras opciones como la denominada 'fusión fría', también consideró "buena idea" que "se fusione la gestión y el libro, los dos lados de la hoja de balance, dejando las obras sociales y las marcas independientes".

Garicano recalcó que la fusión debe producirse "entre una fuerte y una débil" por considerar que "fusionar dos cajas débiles no cambia absolutamente nada", y criticó que "muchas de las fusiones que estamos viendo" sean "entre varias cajas que son muy débiles y tienen una cartera fatal" dado que, a su juicio, "la suma de muchas carteras fatales es una cartera horrorosa".

En este punto, resaltó que el objetivo de la fusión es que "una caja que está bien saneada, que está bien gestionada y que está muy profesionalizada pueda rescatar a una caja que está con problemas y que tiene una cartera con más problemas, y pueda 'contagiarle' las buenas prácticas".

"Lo que no tiene que haber es cajas muy débiles", remarcó Garicano, quien reivindicó que "las cajas y los bancos tienen que estar al servicio de la economía y no al revés", y denunció que "hay muchas entidades financieras, sobre todo cajas, muy débiles y que no tienen capacidad de contribuir a la recuperación económica", sino que "están estrangulando la recuperación económica".

Por otro lado, a preguntas de los periodistas, reconoció que está "un poco preocupado por lo que está pasando con la reorganización del sistema bancario". Argumentó así que, pese a que "la legislación es la correcta" y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) otorga las "herramientas correctas" al Banco de España para que "tome las medidas necesarias", y éste a su vez "tiene las ideas correctas", "las decisiones difíciles se siguen posponiendo" en esta y otras cuestiones relativas al mercado laboral, financiero e inmobiliario.

"Me parece un poco preocupante que la única institución en la que ha habido una intervención seria es Caja Castilla-La Mancha (CCM) y ni siquiera en esa se ha cerrado la puerta y se ha dicho 'esto ha ido demasiado lejos'", apuntó.

Garicano lamentó que "desde julio no ha pasado nada" a pesar de contar con la normativa y los instrumentos "adecuados", y alertó de que "el sector se sigue deteriorando" y "2010 va a ser un año muy duro para las instituciones financieras españolas", ya que "van a entrar muchas en pérdidas y va a ser una situación muy crítica".

Preguntado por la decisión de algunas entidades financieras de no sacar al mercado sus activos inmobiliarios para evitar acusar en sus balances la pérdida de valor de éstos, estimó que "es una estrategia horrorosa, porque es muy importante que haya transparencia y que las cuentas sean un verdadero reflejo de la realidad", ya que "así es como vamos a saber cuáles están bien, cuáles están mal, y vamos a poder reactivar el sistema", dijo.

Remarcó así que "lo ideal" sería que esos inmuebles salieran al mercado a fin de que "se ajustaran los precios", puesto que "hay un millón y medio de casas vacías" mientras "el 65 por ciento de los jóvenes entre 25 y 29 años viven con sus padres, lo que supone una bolsa de demanda potencial enorme", un hecho que constituye "un despilfarro muy grande de recursos", concluyó.

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