viernes, 27 de noviembre de 2009

Guinea Ecuatorial, un pequeño país rico en petróleo muy codiciado

MALABO.- Guinea Ecuatorial, pequeño país de África rico en petróleo, ha sufrido complots de mercenarios y ataques misteriosos que pretendían desestabilizar el régimen de Teodoro Obiang Nguema, quien prepara su reelección tras 30 años en el poder en las presidenciales del domingo.

"La razón es sencilla: se llama petróleo", subraya un especialista africano de la región que pide el anonimato.

Guinea Ecuatorial, donde se empezó a extraer petróleo en 1992 aunque la mayoría de su población permanece en la pobreza, se convirtió recientemente en el tercer productor de crudo del África subsahariana.

En febrero de 2009, unos hombres en lanchas trataron de desembarcar en Malabo para asaltar el palacio presidencial. El gobierno guineano atribuyó el ataque a rebeldes nigerianos del delta del Níger pero ningún grupo lo reivindicó y, según una fuente occidental, es posible que "los atacantes hubiesen sido pagados por terceros".

Más espectacular aún fue la acción en 2004 de Simon Mann, un conocido mercenario en África que fue arrestado junto con 61 hombres en Harare (Zimbabue) al recibir un cargamento de armas con la intención de ir a Malabo y sumarse a un grupo dirigido por otro mercenario, Nick Du Toit, para derrocar a Obiang.

Mann, Du Toit y tres sudafricanos fueron condenados a más de 30 años de cárcel. Obiang les concedió la amnistía a principios de noviembre, en un gesto simbólico antes de las presidenciales del domingo.

El régimen de Obiang, muy autocrático y que trasluce una cierta paranoia ante los ataques de mercenarios, a los que ha dado una gran publicidad, también ha denunciado en numerosas ocasiones hallazgos de armas o descubrimientos de complots organizados -según dice- por la oposición en el exilio.

"Curiosamente, en la época de la sangrienta dictadura de Macias (Francisco, el tío de Teodoro Obiang, a quien derrocó) no hubo ni un solo ataque ni una campaña mediática", asegura Miguel Oyono, un consejero cercano al presidente.

"Nadie vino a 'liberar' a Guinea. Cuando el país no tenía petróleo no interesaba a nadie. Ahora, se sabe que hay intereses hegemónicos o mafiosos que quieren acaparar nuestro petróleo", añade Oyono.

En los años ochenta también hubo varios tentativas de derrocar a Obiang.

Según numerosos observadores, Sudáfrica, Gran Bretaña y sobre todo Estados Unidos estaban al corriente del intento de Mann pero le dejaron actuar.

En una investigación publicada a principios de noviembre por el diario The New York Times, John Bennett, embajador estadounidense en Malabo de 1991 a 1994, ha señalado que Estados Unidos "cierra los ojos" sobre la corrupción y la represión en Guinea Ecuatorial debido a su petróleo, que explotan numerosas compañías norteamericanas.

Bennett subraya que los dirigentes de Zimbabue no pueden viajar a Estados Unidos pero que, por el contrario, los de Guinea sí pueden, aunque al igual que el zimbabuense, el régimen guineano sea también "muy represivo".

El consejero Oyono, por su parte, se muestra conciliador. "Los mercenarios han sido reclutados a menudo con el beneplácito de sus países de origen pero Guinea es un Estado que desea ser amigo de todo el mundo. Somos un país de apertura que aspira a ser emergente en 2020", afirma.

"El petróleo de Guinea Ecuatorial debe servir a los ecuatoguineanos (...) La filosofía de Obiang es que África no es pobre; tiene recursos que deben ser aprovechados por los africanos", subraya el consejero presidencial.

Oyono asegura no temer ataques durante la jornada electoral. "Las elecciones se desarrollarán bien. A menos que nos ataque un auténtico ejército, no habrá sorpresas, estamos preparados" para rechazar todo intento de violencia, sostiene.

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