miércoles, 11 de noviembre de 2009

La industria solar de EEUU busca un impulso que la saque de la crisis

WASHINGTON.- El sector de la energía solar en Estados Unidos atraviesa una crisis de crecimiento, afectada por un desplazamiento hacia las energías renovables, que provoca una caída de los precios de infraestructura y alienta una feroz competencia internacional, principalmente por parte de China.

El grupo General Electric (GE) decidió recientemente cerrar una fábrica de paneles fotovoltaicos en Delaware (EEUU), en la que trabajan 82 empleados.

Para justificar esta decisión en momentos en que el presidente estadounidense, Barack Obama, promueve masivamente la energía renovable para reactivar la economía estadounidense, un portavoz de GE señaló los "desafíos actuales en la industria de la energía solar, sobre todo los precios de venta, inferiores a los costos de producción".

El portavoz citó principalmente los paneles solares compuestos de silicio (derivado de la arena) utilizados por el 83% del mercado y amenazados por la competencia mundial, en particular por parte de China.

A fines de marzo, el grupo británico BP Solar ya había anunciado que detendría la producción de su fábrica estadounidense en Frederick (Maryland, EEUU), por las mismas razones.

Para los analistas del sector, la energía solar (que experimenta un gran furor desde hace años en Estados Unidos) pasa por una crisis de crecimiento que implica una sobrecapacidad de producción y abundancia de oferta. En consecuencia, los precios cayeron aproximadamente un 50% en un año y la oferta superó la demanda.

Para Mehdi Hosseini, de FBR Capital Markets, "la capacidad de producción es excedentaria", y Didier Laurens, del banco Société Generale, constata "una ausencia de visión en el sector solar fotovoltaico".

En Estados Unidos "los costos de producción se mantienen elevados por la complejidad de los proyectos solares y por la remuneración de la mano de obra", destacó Hosseini, lo que deja un estrecho margen de acción a los especialistas estadounidenses del sector.

General Electric y First Solar eligieron cambiar de tecnología, dejando de lado el silicio para enfocarse a revestimientos más ligeros y al ciclo de producción más corto, llamados de "capas finas" (13% del mercado). "La rentabilidad de las inversiones que deben realizarse para asegurar el crecimiento del sector no está garantizada para la industria del silicio", confimó Laurens en un reciente estudio.

Otros prefieren directamente instalarse en China, como Evergreen Solar, que se retiró de Devens (Massachusetts) o Energy Conversion Devices que creó una sociedad común en el Imperio del sector. First Solar, por su parte, firmó en septiembre un acuerdo para construir la mayor central de producción de electricidad de origen solar del mundo...también en China.

Estados Unidos representaba en 2008 apenas un 6% del mercado de la energía solar, antes de China (1%) pero lejos detrás de los precursores, Alemania (26%) y España (44%), según las cifras de Societe Generale.

Algunas empresas chinas decidieron invertir en Estados Unidos, motivadas por el plan de reactivación de la economía del gobierno de Obama, que otorga 19.900 millones de dólares a la energía solar, a través de un crédito de impuestos, y por la confianza en el potencial del mercado estadounidense.

La sociedad china Suntech Power ingresará en este mercado en enero de 2010. Su compatriota Yingli Green Energy Holdings abrió una oficina en Nueva York en julio, mientras que China Solar Power anunció el martes la compra del fabricante estadounidense ThinSilicon.

Esto no es más que un comienzo, la mutación del sector está en marcha, según Didier Laurens. El experto de Société Generale prevé un descenso de los precios de 40% para el año próximo, en un sector que parece condenado a estar comprimido hasta 2012.

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