Esta ha sido una de las principales conclusiones del congreso internacional "Diálogo Norte-Sur del Mediterráneo. Educación e Inmigración", primera actividad organizada por la Casa del Mediterráneo, con sede en Alicante.
Al encuentro han acudido decenas de expertos provenientes de la mayor parte de los países ribereños del Mediterráneo, quienes han aprobado unas recomendaciones para el fomento de la paz e interculturalidad.
La enviada especial de la Biblioteca de Alejandría, la egipcia Iman El Kaffass, ha sido la encargada de dar lectura a las recomendaciones en materia educativa, entre las que destaca la creación de una "Universidad Euromediterránea" en la que participen las comunidades universitarias de los países.
Se pide a los países del sur más acción y que se esfuercen en ampliar los programas de alfabetización, principalmente a las mujeres.
También que democraticen el sistema educativo y promuevan lazos con los países del norte para mejorar la integración de sus ciudadanos cuando éstos emigran a la Unión Europea.
Los congresistas además han emitido consejos a los países del norte, como que aumenten el conocimiento de las ventajas competitivas de los vecinos del sur y que pasen a reconocer los títulos universitarios expedidos en el norte de África.
El Kaffass ha pedido a los países europeos que promuevan centros de investigación para dar a conocer las diferentes lenguas mediterráneas y que impulsen las nuevas tecnologías y la teleenseñanza con los vecinos considerados menos desarrollados, así como que se mejore el manejo de la lengua árabe.
En cuanto a inmigración, el catedrático del Mundo Árabe de la Universidad de Lovaina (Bélgica), Bichara Khader, ha informado de que los participantes coinciden en que es un fenómeno que "no se puede frenar", a pesar de lo cual las instituciones de la Unión Europea "a veces parecen alejadas de la realidad" tratando de imponer políticas restrictivas.
Han pedido a las autoridades comunitarias "flexibilicen" los movimientos migratorios mediante una "política generosa de visados" que contemple el derecho de los ciudadanos del sur a trabajar en el norte para huir de la pobreza.
Para ello, recomiendan crear una asociación específica para la movilidad de ciudadanos y que Europa reconozca los valores culturales que aportan los inmigrantes, como puede ser en aspecto musical o gastronómico.
En representación del congreso, Khader pide que se creen bancos para que las remesas de los inmigrantes no se vean gravadas por los intermediarios, como ocurre actualmente.
Los congresistas han rechazado el uso partidista que se hace en algunos países europeos del fenómeno inmigratorio, ya que creen que desde algunos sectores se tiende a la criminalización, equiparando al movimiento de ciudadanos con las drogas o terrorismo.
El congreso internacional ha contado con importantes personalidades de ambas orillas, entre ellas la comisaria de Relaciones Exteriores y Política de Vecindad de la Unión Europea, Benita Ferrero-Waldner; el ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos; y varios ministros de los países del Magreb.
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