miércoles, 4 de noviembre de 2009

Los pobres piden metas climáticas inalcanzables, según la ONU

BARCELONA.- Los países en desarrollo advirtieron el miércoles que se enfrentan al riesgo de una "destrucción total", a menos que las naciones ricas refuercen su lucha contra el cambio climático a un nivel que hasta Naciones Unidas dice que está fuera de alcance.

El máximo representante diplomático de Estados Unidos en materia del clima, Todd Stern, culpó a la "brecha de 17 años" entre naciones ricas y pobres del lento progreso en las conversaciones de la ONU con miras a alcanzar un acuerdo climático global en Copenhague para diciembre, y tuvo duras palabras para el llamado "debate de la sociedad".

Manteniendo su presión en las conversaciones climáticas de la ONU en Barcelona, la última sesión preparatoria para el encuentro de diciembre, los países pobres dijeron que incluso las ofertas más ambiciosas de la Unión Europea, más profundas que las de la mayoría de naciones, son demasiado débiles para un nuevo pacto climático.

"El resultado de esto es condenar a los países en desarrollo a una destrucción total de sus medios de vida, de sus economías. Sus tierras, sus bosques serán todos destruidos. ¿Y con qué fin?", preguntó Lumumba Stanislaus Di-Aping, de Sudán.

"Todo número por debajo del 40 (por ciento) significa que la población de África, la superficie terrestre de África, se ofrece a la destrucción", agregó en una rueda de prensa.

Los países en desarrollo han insistido en los diálogos en Barcelona en que las naciones ricas deben reducir para 2020 sus emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 40 por ciento por debajo de los niveles de 1990, mucho más de lo que han ofrecido hasta ahora.

Pero incluso la ONU dijo que una reducción en esa magnitud supondría un cambio demasiado doloroso. Las naciones africanas reanudaron las negociaciones en Barcelona el martes, tras haber boicoteado parcialmente los debates, una vez obtuvieron la promesa de poner más énfasis en los recortes de emisiones de los más ricos.

"Creo que llegar a menos 40 (por ciento) es un peso demasiado grande", dijo Yvo de Boer, jefe de la Secretaría de Cambio Climático de la ONU. Un cambio así requeriría "volver a la mesa de negociación" y representaría económicamente "un coste enorme".

En Washington, Stern criticó las posiciones cerradas en las conversaciones desde que el mundo acordó la Convención del Clima de la ONU en 1992 en Río de Janeiro.

"La brecha entre países desarrollados y países en desarrollo que se ha quedado en el centro de los debates sobre el cambio climático en los últimos 17 años todavía está viva", declaró ante un panel de Cámara de Representantes de Estados Unidos.

"No estamos comprometidos en este momento en un debate para la sociedad", agregó respecto a las negociaciones internacionales.

Hasta ahora, las naciones desarrolladas planean reducciones de entre un 11 y un 15 por ciento para el 2020 en relación a los niveles de 1990 para evitar que el cambio climático provoque más sequías, inundaciones, aumento del nivel del mar, poderosos ciclones y difusión de enfermedades.

Pero Di-Aping dijo que "en términos reales y absolutos, (el esfuerzo) es mínimo". Las naciones ricas gastan miles de millones de dólares en resolver la crisis financiera o en defensa, señaló.

Anders Turesson, jefe de la delegación sueca, que ocupa la presidencia rotativa de la Unión Europea, resaltó que reducciones del 40 por ciento como las que demandan las naciones africanas "serían extremadamente difíciles".

Es clave que Estados Unidos proponga una cifra para reducir sus emisiones en Copenhague, agregó.

Estados Unidos es el único país fuera del actual Protocolo de Kioto, que limita las emisiones de las naciones industrializadas para el año 2012. El Senado está debatiendo una ley que recortaría las emisiones en un 7 por ciento con respecto a los niveles de 1990.

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