Varios incendios desatados tras meses de sequía destruyeron en las últimas semanas unas 30.000 hectáreas de pastizales y afectaron la fauna y flora autóctonos, en las sierras de Córdoba (centro), en lo que se considera el mayor desastre climático en 30 años, que obligó a decretar la emergencia hídrica y realizar cortes rotativos de suministro de agua.
En tanto, a lo largo del mes de octubre se quemaron 40.000 hectáreas en los cerros de Ambato en la provincia de Catamarca (noroeste), producto de la falta de lluvias en los últimos seis meses. En Córdoba, Catamarca, San Luis (oeste) y Jujuy (norte) se dictaron una serie de medidas para racionalizar el uso del agua, como limitar el riego y el llenado de piscinas a poco de empezar el verano austral, mientras que en Mendoza (oeste) se dispuso ayuda financiera para pequeños productores de ganado caprino.
"La emergencia hídrica significa que nosotros debemos priorizar la utilización de recursos para uso humano en primer lugar, en segundo lugar para uso ganadero y en tercer lugar para uso agrícola", dijo el titular de Aguas de San Luis, Daniel Woscoboinik. En la provincia de La Pampa (centro-sur), en lo que va de 2009 se produjo la mortandad de un millón de cabezas de ganado, según el presidente de la Asociación Agrícola Ganadera provincial, Miguel Torroba.
El dirigente estimó que, de persistir la sequía, la pérdida llegará a 1,5 millones sobre cuatro millones de vacunos que se registraban en 2008 en el distrito. "La situación es desesperante, vemos como muchísima tristeza cómo se van muriendo los animales en los campos por la falta de lluvias en tanto tiempo", declaró Torroba.
En la provincia de La Rioja (noroeste), el presidente de la Sociedad Rural, Domingo Gómez, dijo este miércoles que la falta de lluvias en los últimos nueve meses, ya causó la muerte de un millar de cabezas de ganado sólo en el Departamento Capital, el más importante del distrito. "No hay antecedentes de una sequía tan prolongada en la provincia", aseguró.
En tanto, la sequía causó la pérdida de la quinta parte de la producción hortícola en la provincia de Tucumán (norte). "Hablamos de pérdidas importantes que, aunque son muy difíciles de calcular, ascienden ya a 100 millones de pesos (26 millones de dólares), una quinta parte del valor en calidad de la producción total", estimó el director del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de la localidad de Famaillá, Héctor Zamudio.
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