sábado, 21 de noviembre de 2009

Putin y Medvedev cierran filas para modernizar la economía rusa

MOSCÚ.- El primer ministro ruso, Vladimir Putin, apoyó claramente este sábado el plan del presidente Dimitri Medvedev para modernizar a fondo la economía del país, con la aparente intención de poner fin a los rumores de disensión entre ambos dirigentes.

Medvedev abogó el 12 de noviembre por una modernización "de arriba abajo" de Rusia y estigmatizó las megaempresas públicas, muchas de las cuales nacieron bajo la presidencia de Putin.

Este discurso había hecho emerger nuevas especulaciones sobre posibles divergencias entre los dos líderes, que Putin disipó este sábado en el congreso anual del partido gobernante Rusia Unida en San Petersburgo.

"Estoy seguro de que el llamamiento (a la modernización) refleja el anhelo de toda la sociedad rusa", dijo Putin, acaparando el protagonismo del congreso con un discurso de más de una hora frente a miles de responsables, de militantes y de personalidades rusas o extranjeras, como el ex primer ministro ucraniano Viktor Yanukovich.

"La crisis, con toda su dureza, demostró el precio que puede costar a un país rechazar la innovación, tener una baja productividad, derrochar sus recursos y tener una burocracia lenta", declaró el primer ministro, que sigue siendo considerado el hombre fuerte de Rusia.

"El presidente planteó el tema de la necesaria modernización de todos los aspectos de la economía rusa: (se trata de) superar los retrasos crónicos e impulsar el país a un nivel de desarrollo más moderno", añadió.

Putin felicitó a Rusia Unida por haber impedido que la crisis económica actual degenerara en debacle financiera como la sufrida por el país en 1998. "Hemos cumplido esta promesa", soltó, desatando los aplausos de los asistentes.

Pero también reconoció que la economía rusa se contraería entre un 8% y un 8,5% en 2009: "No es tanto como pensábamos (...) pero de todos modos es mucho, y peor que en muchos otros país".

También prometió que el gobierno seguiría apoyando a las empresas en 2010 con préstamos, citando incluso la cifra de 500.000 millones de rublos (11.620 millones de euros).

Ni Putin ni Medvedev son miembros del partido Rusia Unida, lo que no impidió al presidente ruso criticar sin ambages su "retraso" y sus "intrigas".

Rusia Unida posee 315 de los 450 escaños de la Duma, la cámara baja del parlamento, y cada día son más los opositores y analistas que comparan su funcionamiento con el del todopoderoso Partido Comunista en tiempos de la Unión Soviética.

"El partido debe modernizarse, ser más flexible y abierto, debe aprender a ganar en una lucha abierta", espetó el presidente.

Estas críticas llegan semanas después de que estallara un escándalo sin precedentes en Rusia a raíz de las elecciones municipales del 11 de octubre, en las que se impuso Rusia Unida pese a múltiples acusasiones de fraude.

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