Las cifras son una prueba más de que la eurozona se beneficia del repunte de la demanda global al salir de la recesión sus principales mercados.
Empero, las cifras ilustran además que las economías europeas siguen debilitadas. La caída de las importaciones sugiere que los consumidores se muestran reacios a gastar.
Eurostat, la oficina de estadísticas del bloque, anunció el viernes que el superávit comercial de la eurozona subió en octubre a 8.800 millones de euros (12.700 millones de dólares) de 900 millones en septiembre. Ajustado a factores temporales, el superávit creció a 6.300 millones de 4.300 millones.
"Por ahora, el repunte depende de una nueva expansión de las exportaciones pero si se quiere que el repunte sea más duradero, la demanda doméstica tendrá que pasar al frente el próximo año", opinó el economista Ben May, especialista de asuntos europeos de la firma Capital Economics.
Según los analistas, la reciente baja del euro ante el dólar será un buen augurio para los exportadores en los próximos meses. Al mediar la mañana en Londres, el euro se cotizaba a 1,44 dólares, tras cerrar la víspera a 1,4305, su cotización más baja en tres meses.
En contraste, a mediados de noviembre el euro llegó a cotizar 1,5145 dólares. Empero, la noticias económicas procedentes de Estados Unidos fomentaron la creencia de que la Reserva Federal empezará a encarecer el precio del dinero a crédito antes de lo anticipado, mientras que la solvencia de algunas naciones de la periferia de la eurozona, especialmente Grecia, han repercutido negativamente en el euro.
Por otra parte, Eurostat dijo que los 27 países de la UE en su conjunto, que incluyen a naciones que no usan el euro como Gran Bretaña y Suecia _ sufrieron un déficit comercial de 3.800 millones de euros en octubre, frente a los 11.100 millones de euros del mes anterior.
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