El sobrino de Isidoro Álvarez considera que esta adquisición por parte de la cadena del paquete accionarial en manos de David González demuestra que el gigante alimentario negoció y llegó a un acuerdo individual con este accionista familiar para pagarle hasta un 30% más por acción sin establecer un método de valoración concreto y en un momento en el que la situación económica era mucho peor que en 2006, cuando él negoció la venta de su participación.
Por ello, César Areces se plantea volver a demandar a El Corte Inglés para defender que el contrato que firmó el pasado mes de diciembre, a pesar de haber sido pactado libremente entre las partes, estaba "viciado" por la influencia que tuvo en las negociaciones la mala situación económica del accionista, así como la deuda de 12 millones de euros que tenía contraída con la compañía.
Las mismas fuentes explicaron que el sobrino de Álvarez se enteró de la existencia de esta operación al ser aprobada en la junta anual de accionistas de El Corte Inglés, celebrada el pasado 30 de agosto, y que este hecho demuestra que la compañía, que no cotiza en bolsa, paga lo que estipula el propio presidente, Isidoro Álvarez.
La compañía adquirió la sociedad Ingondel, despositaria del 6% de las acciones en propiedad David Gonzalez, quien cuenta con cuatro herederos, y sumó estos títulos a la autocartera, después de que en julio se modificara el artículo 75 de la Ley de Sociedades Anónimas permitiendo a las sociedades no cotizadas elevar su autocartera hasta 20%, frente al 10% anterior, según explicaron las mismas fuentes.
El Corte Inglés desembolsó en diciembre de 2008 un total de 53 millones de euros por la participación de Areces, una cifa que estuvo más cerca de los 37,2 millones de euros ofrecidos inicialmente por la cadena distribuidora que de los 98,5 millones de euros que pedía el accionista.
Tras más de dos años de litigios judiciales, la Audiencia Provincial de Madrid no determinó la valoración del precio de las acciones de El Corte Inglés ni el método más adecuado para hacerlo, tras revocar la sentencia dictada por el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Madrid que dio la razón a César Areces y obligó a la compañía a pagar los 98,5 millones solicitados.
La compañía defendía el método de cálculo del valor según el activo neto real, mientras que Areces apoyaba el método de flujos de caja descontados, este último según un informe pericial realizado por el entonces perito y ahora secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa Fernández, junto al profesor del IESE Pablo Fernández. César Areces mantiene que la compañía no ha mantenido su método de valoración en lo desembolsado a González.
Por otro lado, la Sección 28 de la Audiencia Provincial de Madrid se reunió hoy para resolver el recurso de apelación presentado por los tres hermanos de César Areces, Ramón, Rosario y María Jesús, contra la sentencia dictada el 13 de julio de 2008 por el Juzgado de lo Mercantil número 7 de Madrid que aceptó la valoración de El Corte Inglés. Los jueces tardarán cerca de diez días en redactar la sentencia, según fuentes jurídicas.
Sin embargo, el pasado lunes, el juez que dictó el fallo, Andrés Sánchez Magro, confirmó la ejecución provisional de la sentencia y dio vía libre a El Corte Inglés para adquirir una participación conjunta del 2,04% a los tres hermanos por un valor total de 16,5 millones de euros, frente a los 40,6 millones de euros que pedían, según el auto del pasado 7 de diciembre al que tuvo acceso Europa Press.
De esta manera, el gigante alimentario podría comprar de inmediato este paquete de acciones a los hermanos Areces por el valor estipulado por el juez, a pesar de que este precio por acción sería entre un 50% y un 60% menor a lo pagado a David González y hasta un 30% menos de lo abonado a César Areces por el acuerdo alcanzado el pasado mes de diciembre.
Los tres magistrados de la Audiencia Provincia de Madrid que resuelven hoy el recurso de los tres Areces son los mismos que concluyeron que no contaban con "elementos suficientes para fijar el valor real de las acciones" y forzaron la negociación entre las partes al no designar a un tercero para fijar el valor. Cuatro días antes de la fecha de la liberación de este fallo, Sánchez Calero dictó la sentencia que dio la razón a El Corte Inglés frente a los tres hermanos.
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