jueves, 31 de diciembre de 2009

Corea del Sur asume la presidencia de un G-20 reforzado

SEÚL.- Corea del Sur asume mañana, 1 de enero, la presidencia del G-20, grupo formado por las naciones ricas y las emergentes al que la crisis ha otorgado un papel preeminente para responder a los conflictos mundiales, por delante del G-8.

En sustitución del Reino Unido a la cabeza del G-20, Corea del Sur pretende ejercer en 2010 un papel de "puente" entre los países desarrollados y las economías emergentes para que éstas últimas se encaminen hacia un desarrollo equilibrado.

El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, ha dicho que su país, 15 economía mundial y uno de los grandes exportadores de Asia con empresas como Samsung o Hyundai Motor, debe adoptar un mayor protagonismo mundial gracias a su papel de anfitrión del Grupo de los Veinte (G-20).

Lee quiere que Corea del Sur, hasta ahora considerada una economía en transición, se convierta en una economía desarrollada y que el símbolo de ese cambio sea la cumbre del G-20 que se celebrará en noviembre en Seúl, primera en tierras asiáticas.

El presidente conservador ha explicado también que Corea del Sur debe "asumir el liderazgo y proponer nuestra visión" en asuntos como el problema nuclear norcoreano y los conflictos mundiales aprovechando su presidencia del G-20.

Expertos locales creen que el próximo año será crucial para que Grupo de los Veinte asiente su papel de sustituto definitivo del G-8, considerado ya por muchos como un grupo obsoleto.

El G-20 está integrado por los miembros del G-8 -EEUU, Canadá, Reino Unido, Rusia, Italia, Francia, Reino Unido y Alemania, los países más ricos del mundo-, además de por la Unión Europea (UE), Corea del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, la India, Indonesia, México, Arabia Saudí, Sudáfrica y Turquía.

Sus presidentes y primeros ministros celebrarán una reunión en noviembre de 2010 en Seúl, donde previsiblemente surgirán más discrepancias que las registradas este año en sus reuniones de Londres y Pittsburgh (EEUU), centradas en dejar atrás la recesión económica mundial.

En la reunión de Seúl, todavía sin fecha concreta, se debatirá el nuevo orden económico mundial tras la crisis vivida en 2008 y 2009, además del crecimiento sostenible, el reforzamiento de las regulaciones del mercado financiero internacional y la lucha contra el cambio climático.

Según fuentes oficiales surcoreanas, la intención de Seúl es que países ricos y emergentes estudien formas de conciliar las vías de salida a los ingentes planes de estímulo económicos acordados este año, evitar el proteccionismo y explorar prácticas económicas más sensibles con el medio ambiente.

Lee Myung-bak, que invitará a la cumbre a representantes de países en desarrollo, ha definido al G20 como vital para el nuevo orden económico mundial y órgano de cooperación para un "crecimiento sostenible y equilibrado", que debe abordar no sólo problemas económicos sino también otros como el cambio climático y la pobreza.

Antes de la cumbre de jefes de Estado del G-20 en noviembre, el Gobierno surcoreano planea celebrar una feria de inversión, así como organizar una reunión de líderes empresariales de los países participantes, que se llamará B-20 o Business 20.

Además, Corea del Sur tiene previsto albergar cinco reuniones de ministros y viceministros de Finanzas de G-20 antes de que se celebre la cumbre de jefes de Estado en noviembre.

En febrero se prevé una reunión de viceministros de Finanzas y en junio otra de ministros de Finanzas, que serán seguidas por otras similares en septiembre y noviembre.

El G-20, nacido en 1999 con la intención de fomentar un crecimiento económico sostenible, celebró desde finales de 2008 tres cumbres, en Washington, Londres y Pittsburg, y el próximo año, antes de su encuentro en Seúl, se reunirá en junio en Toronto (Canadá).

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