El dólar estadounidense, moneda en la que se cotizan los contratos de crudo, ha tenido una influencia definitiva en el mercado de los energéticos este año. Ha ayudado a que el precio aumente al doble, de 40 a 80 dólares en los últimos meses, pese a una débil demanda de los consumidores y un exceso de combustible almacenado.
Pero el viernes, luego que el billete verde subió, el petróleo comenzó a caer.
El crudo de referencia para entrega en enero bajó 99 centavos, a 75,47 dólares por barril, en la Bolsa Mercantil de Nueva York. El contrato bajó incluso a 74,85 dólares en la jornada.
En el mercado ICE de futuros de Londres, el crudo Brent del Mar del Norte para entrega en enero retrocedió 84 centavos, a 77,52 dólares por barril.
El dólar subió considerablemente, justo después de que el Departamento del Trabajo informó que la tasa de desempleo en el país cayó a 10% en noviembre. La economía recortó sólo 11.000 empleos el mes pasado, una cifra mucho mejor a la de 130.000 plazas previstas por Wall Street.
Muchos expertos en energéticos consideran que los precios resultan todavía demasiado altos, y que tanto la gasolina como otros combustibles han subido mucho y muy rápido.
Tan sólo hay que ver los inventarios de energéticos para percatarse de lo que ha hecho la recesión a la demanda, tanto de los consumidores como de las grandes industrias.
El monto de crudo disponible en Estados Unidos es actualmente 6% mayor que hace un año, y prácticamente lo mismo ocurre con la gasolina.
En otras cotizaciones en Nueva York, para entrega en enero, el aceite de calefacción cayó 2,27 centavos, a 2,0268 dólares por galón, y la gasolina perdió 1,8 centavo, a 1,975 dólar por galón. El gas natural subió 12,7 centavos, a 4,586 dólares por cada 1.000 pies cúbicos.
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