De este modo, la última edición del informe de perspectivas económicas bianuales del banco central alemán señala que la economía germana sufrirá una contracción del 4,9% este año, para crecer un 1,6% en 2010 y frenarse en 2011, cuando crecerá un 1,2%, aunque la institución precisó que este descenso corresponde a motivos estadísticos principalmente.
Estos pronósticos suponen una drástica mejora de las proyecciones publicadas el pasado verano, cuando la entidad presidida por Axel Weber auguró una contracción del 6,2% en 2009 y un estancamiento de la economía para 2010.
Por otro lado, el informe apunta que los precios continuarán en niveles moderados y espera que la inflación repunte tres décimas en 2009 y un 0,9% en 2010, mientras que para 2011 subirá un punto porcentual.
No obstante, el Bundesbank advierte de que el desempleo continuará creciendo a pesar de que hasta ahora el impacto de la recesión en el empleo ha sido "moderada" gracias a las variadas posibilidades con que cuentan las empresas alemanas para adaptar las horas trabajadas a la demanda y evitar en lo posible la destrucción de empleo.
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