Los economistas temen que la marea de números rojos podría hacer subir las tasas de interés y encarecer el precio del crédito para consumidores y empresas, un lastre en la frágil recuperación económica.
El Departamento del Tesoro dijo el jueves que el déficit de noviembre totalizó 120.300 millones de dólares, menos de lo pronosticado por los analistas y una mejora ante los 176.400 millones de octubre.
Incluso con la mejora, el déficit es un 5,7% mayor que el acumulado en los dos primeros meses del año fiscal del 2009, cuando llegó a 1,42 billones de dólares, un récord. La Casa Blanca cree que el déficit del 2010 llegará a 1,5 billones, un nuevo récord.
En un indicio de la profundidad de la recesión, el gobierno dijo que las recaudaciones de impuestos a las personas físicas totalizaron 63.900 millones de dólares en noviembre, menos que los 70.500 millones colectados por el gobierno en impuestos para la Seguridad Social y para el programa Medicare y el seguro de incapacidad, dijeron las autoridades.
Los analistas dicen que no es inusual que los impuestos individuales a la renta caigan en una recesión, porque esa volátil categoría no refleja solamente el número de personas trabajando, sino también bonificaciones y ganancias por inversiones individuales.
La cantidad de ingresos que reflejan impuestos de Seguridad Social y Medicare, aunque bajaron porque había menos personas trabajando que hace un año, no está sujeta a cambios tan grandes.
La marea de tinta roja refleja los efectos de la recesión en los libros del gobierno. Los ingresos por impuestos tanto individuales como corporativos han caído considerablemente, al tiempo que los gastos del gobierno en seguro de desempleo, bonos de ayuda alimentaria y otros programas similares han subido.
Además, el déficit refleja los cuantiosos gastos del paquete de 700.000 millones de dólares en ayuda para estabilizar el sistema financiero, y el estímulo económico de 787.000 millones de dólares para sacar al país de la recesión.
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