jueves, 17 de diciembre de 2009

El IEE cree que la economía española se contraerá un 3,7% este año, un 1,1% en 2010 y que el paro escalará al 20%

MADRID.- El Instituto de Estudios Económicos (IEE) aventuró hoy que la economía española se contraerá un 3,7% este año y un 1,1% en 2010, muy por encima de las previsiones del Ejecutivo, que contemplan una contracción del 3,6% este año y del 0,3% en 2010, con tasas intertrimestrales positivas en todo el ejercicio.

Así lo puso de manifiesto el director del Servicio de Estudios del IEE, Gregorio Izquierdo, en una rueda de prensa para presentar el informe 'Coyuntura Económica', dedicado en esta ocasión al problema del sobreendeudamiento español.

Izquierdo admitió que el ritmo de caída ha empezado a ralentizarse, aunque, a su parecer, aún no se puede hablar de recuperación porque el ajuste no se ha completado y porque es necesario solventar las tres crisis que azotan a España: la inmobiliaria, la de crédito y la de competitividad, además de la crisis laboral y fiscal derivadas del ajuste económico.

"Todo hace que seamos relativamente pesimistas", señaló el director del Servicio de Estudios, quien explicó que el hecho de que la caída haya sido menos abrupta en el tercer trimestre no hace que el país esté a las puertas de una nueva fase alcista.

La tasa de paro, por su parte, se situará en el 18,5% este año y escalará al 20% en 2010, ya que la destrucción de empleo seguirá y la economía española no podrá crear empleo hasta el 2012 ó 2013, porque el umbral mínimo para generar puestos de trabajo sigue en una tasa de PIB de entre el 2% y el 3%.

De hecho, Izquierdo aseguró que sólo en 2009 se habrán destruido un millón de empleos, tasa que se reducirá a 300.000 el año que viene y que elevará el nivel de desempleo al 20% en 2010. Aún así, consideró que esta tasa no refleja del todo la situación del mercado laboral por el aumento de 'los desanimados' y por el retorno de emigrantes a sus países de origen.

Izquierdo explicó que el ajuste del empleo ha sido "muy fuerte" en España porque se ha hecho vía cantidades y no vía salarios, a pesar de que el actual contexto económico suponía un "momento ideal" para moderar los salarios sin que los trabajadores perdieran poder adquisitivo.

Por otro lado, consideró "indeseable" la corrección del déficit exterior que ha supuesto la crisis económica porque se justifica sólo por el desplome de la inversión. Al mismo tiempo, puso de manifiesto el elevado déficit público, que llegará al 12% este año y se reducirá sólo dos puntos en 2010, hasta el 10%.

A su parecer, gran parte de este déficit será de carácter estructural (unos seis o siete puntos) y no se podrá revertir cuando la coyuntura mejore, lo que obligará al Ejecutivo a llevar a cabo un ajuste discrecional "muy fuerte". En este sentido, consideró que los ajustes vía impuestos además de no ser "razonables ni adecuados" suelen ser "transitorios", lo que hace que la vía del gasto sea la única forma "sostenible".

Además, el informe de coyuntura del IEE considera una "quimera" el objetivo de alcanzar la estabilidad presupuestaria en el año 2013, tal y como exige la Comisión Europea, ya que el 60% del saldo negativo de las cuentas públicas es estructural.

Tanto Izquierdo como el director del IEE, Juan Iranzo, consideraron preocupante el nivel de deuda que está generando España por el elevado déficit y aseguraron que la amenaza de la agencia de calificación Standard & Poor's sobre la posible rebaja del 'rating' de la deuda ya ha producido un efecto en la economía española al incrementar sus primas de riesgo.

Ante este escenario, Iranzo, que aventuró que el PIB no volverá a positivo hasta el verano de 2010, consideró que España necesita acometer una serie de reformas estructurales que pasan por la "urgente" reforma del mercado laboral para favorecer la movilidad geográfica y funcional, igualar las condiciones de salida del empleo, favorecer la adaptación de la formación a las necesidades del empleo y moderar "enormemente" los salarios.

En concreto, propuso un contrato con una indemnización igual para todos de 33 días por año trabajado por un máximo de dos años. "Tan importante es que estén igualados los costes del despido como que sean relativamente bajos", añadió Izquierdo.

De la misma forma, Iranzo resaltó la necesidad de llevar a cabo una reforma "ordenada" del sistema financiero, al tiempo que apostó por favorecer las condiciones administrativas de las empresas, mejorar el funcionamiento de la Justicia, no despreciar la energía nuclear en España y poner en marcha incentivos fiscales a la I+D y la creación de empresas.

En materia fiscal, apostó por llevar a cabo un "gran esfuerzo" para hacer frente al "enorme lastre" que puede reprsentar la deuda pública, centrada en medidas "contrarias" a las que ha puesto de marcha el Gobierno socialista.

Así, consideró que la subida de IVA sólo tenía sentido si iba a acompañada de una fuerte rebaja de cotizaciones sociales a las empresas (de cinco puntos) y que el incremento de la fiscalidad del ahorro "no era adecuado".

En cambio, apostó por una rebaja generalizada del Impuesto de Sociedades sin condiciones ligadas al empleo y por la recuperación de algunos incentivos a las empresas, como la deducción por inversión.

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