"Hemos decidido movilizar 35.000 millones de euros que estarán dedicados exclusivamente a las prioridades del futuro", anunció el mandatario francés en una rueda de prensa en El Elíseo, sede de la presidencia francesa.
Sarkozy precisó que este "gran empréstito" estará destinado a inversiones públicas en cinco sectores prioritarios: educación superior (11.000 millones de euros), formación e investigación (8.000 millones), industria y empresas (6.500 millones), tecnología digital (4.500 millones) y desarrollo sostenible (5.000 millones).
El presidente francés indicó que 22.000 de los 35.000 millones de euros provendrán de los mercados financieros, en los que la buena calificación de su país permitirá obtener tasas de interés ventajosas. Los restantes 13.000 millones de euros serán obtenido de los reembolsos efectuados por los bancos franceses al Estado, que había salido a su rescate tras la crisis financiera de 2008, dijo Sarkozy.
"Nuestro objetivo es simple: queremos las mejores universidades del mundo", sostuvo el jefe de Estado francés antes de anunciar la creación de una decena de "campus universitarios de excelencia".
Sarkozy insistió en que el objetivo de esta "nueva etapa" es modernizar la economía francesa y aumentar su competitividad. "Hoy, debemos preparar a Francia para los desafíos del futuro, para que nuestro país pueda aprovechar plenamente la reactivación, para que sea más fuerte, más competitivo, para que cree más empleos", sostuvo.
Sarkozy subrayó que el "gran empréstito" generará en total "60.000 millones de euros en inversiones públicas y privadas" y recordó que "desde 1974, las inversiones públicas francesas se redujeron del 12,5% al 7,5%". "Constantemente hemos sacrificado las inversiones. Ha sido un error", sostuvo el mandatario francés.
Sarkozy citó como ejemplo de la pérdida de competitividad de la economía francesa el hecho de que en los últimos diez años las "exportaciones francesas cayeron en 20% (...) no respecto de los emergentes como Brasil, India o China, sino frente a nuestros vecinos europeos".
La cifra del empréstito está lejos de los 100.000 millones de euros que reclamaba la mayoría gobernante de derecha, pero es la cifra recomendada por la comisión que lideraron los ex primeros ministros Alain Juppé (derecha) y Michel Rocard (socialista), a quienes Sarkozy encomendó establecer las áreas prioritarias de inversión del empréstito.
Sarkozy lanzó la idea del "gran empréstito" en junio, cuando hacía tiempo que la situación de las cuentas públicas francesas era bastante alarmante. La deuda pública francesa asciende a 1,1 billones de euros.
En los primeros diez meses de 2009, el déficit público superó en más del doble el registrado en igual periodo de 2008, ubicándose a finales de octubre en 134.800 millones de euros (unos 200.000 millones dólares). Para el conjunto de 2009, el gobierno prevé un déficit público del 8,2% del PIB.
El déficit seguiría aumentando en 2010, hasta alcanzar el 8,5% del Producto Interno Bruto (PIB) -muy por encima del 3% autorizado por la Unión Europea (UE)-, y la deuda púlbica llegaría al 84%, sin contar las inversiones anunciadas el lunes.
En 2008, el gobierno francés lanzó un plan de reactivación de la economía de 26.000 millones de euros a raíz de la crisis financiera mundial.
El presidente francés dio a conocer su decisión sobre el monto del empréstito y los sectores prioritarios de inversión a tres meses de unas disputadas elecciones regionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario