jueves, 10 de diciembre de 2009

Francia también planea una tasa del 50% sobre los 'bonus' de la banca que superen los 27.000 euros

PARÍS.- El Elíseo se prepara para seguir los pasos del Gobierno británico y prepara una propuesta que será presentada al Parlamento galo para gravar con un impuesto del 50% las primas en el sector financiero que en 2009 superen los 27.000 euros, según informa el diario 'Les Echos'.

El diario señala que los términos definitivos de la medida aún no se han concretado, pero que la idea del Gobierno es gravar las primas en Francia de forma equivalente a la anunciada ayer en Reino Unido, aunque el rotativo recuerda que las entidades galas ya pagan un impuesto de aproximadamente el 10% sobre los salarios, por lo que esta 'supertasa' podría ser inferior al 50% anunciado ayer por el ministro británico de Finanzas.

Por su parte, 'Le Monde' señala que el objetivo del Gobierno francés es incitar a los bancos a una mayor moderación en las retribuciones y estimular a las entidades a reforzar sus fondos propios.

De hecho, el primer ministro británico, Gordon Brown, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, propusieron hoy aplicar a nivel mundial un impuesto extraordinario sobre los bonus cobrados por los directivos bancarios en 2009 por considerar que estas primas sólo han sido posibles gracias al apoyo de los gobiernos para rescatar de la crisis al sector financiero.

Brown y Sarkozy defendieron además en un artículo conjunto publicado por el periódico 'Wall Street Journal' la creación de una tasa sobre las transacciones financieras y la puesta en marcha de fondos de garantía similares a los que existen en España para que los propios bancos contribuyan a la reestructuración o liquidación de entidades con problemas. También reiteraron que los bancos deben pagar una prima por las garantías públicas.

"Se necesita de manera urgente un nuevo pacto entre los bancos internacionales y la sociedad a la que sirven", resaltan Sarkozy y Brown en su artículo. Un pacto que "reconozca los riesgos para el contribuyente si los bancos quiebran" y que "garantice que los beneficios de los buenos momentos económicos lleguen, no sólo a los banqueros sino a los ciudadanos a los que sirven".

"Estamos de acuerdo en que la aplicación de un impuesto extraordinario a los bonus debe considerarse una prioridad, debido al hecho de que los bonus de 2009 han sido posibles en parte gracias al apoyo de los gobiernos al sistema bancario", resaltaron el presidente francés y el primer ministro británico.

En todo caso, tanto Sarkozy como Brown resaltaron que esta iniciativa debe adoptarse "a nivel internacional". Sólo así se garantizará "que los contribuyentes no paguen durante una crisis sistémica los riesgos asumidos por el sector bancario". Los ingresos logrados de este modo podrían dedicarse a financiar la lucha contra el cambio climático y los objetivos del milenio de reducción de la pobreza.

Por su parte, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, recomienda a las entidades financieras de la zona euro, y en especial a los bancos comerciales, que obren con determinación a la hora de fortalecer sus balances y sugiere al sector que demuestre un "elevado grado de prudencia" en lo que respecta a los sueldos y las primas.

"Les animamos a actuar con determinación para fortalecer sus balances. Estas entidades pueden volver al mercado, pero también pueden retener sus beneficios como reservas en vez de distribuirlos. Creo que, además, deberían demostrar un grado muy elevado de prudencia respecto a las remuneraciones y a los bonus, tanto por razones éticas, como para evitar la toma de riesgos excesivos y por la necesidad de contar con unas finanzas sólidas", afirma Trichet en una entrevista concedida a los diarios 'De Tijd' y 'L'Echo'.

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