jueves, 17 de diciembre de 2009

Huelgas y presión financiera ponen en jaque al Gobierno griego

ATENAS.- Miles de trabajadores griegos participaron este jueves en una huelga convocada por los sindicatos comunistas y de la izquierda radical en protesta contra el plan de austeridad anunciado por el Gobierno para sacar al país del pozo financiero, pero que no tranquilizó a los mercados.

La agencia de calificación Standard & Poor's bajó el miércoles la nota de la deuda de largo plazo de Grecia de 'A-' a 'BBB+', a raíz de la degradación de la situación financiera del país. La agencia Fitch había tomado la misma decisión el 8 de diciembre.

Las Bolsas europeas cerraron en baja este jueves, a raíz del retroceso de los valores bancarios tras esta nueva degradación de la calificación financiera de Grecia. Londres cayó 1,93%, Fráncfort 1%, París 1,16% y Madrid 1,40%. La Bolsa de Atenas perdió 1,21%.

Unos 4.000 asalariados y funcionarios de los sindicatos de la educación secundaria (OLME) marcharon de manera pacífica por el centro de Atenas para protestar contra ese programa de ajuste que debe poner fin a muchos beneficios del sector público.

Otros 2.000 manifestantes salieron a las calles de la principal ciudad del norte, Tesalónica.

El Frente de Lucha Sindical (PAME), surgido del ultraortodoxo Partido Comunista (KKE), y la Unión de la Izquierda Radical SYRIZA habían convocado una huelga general en todo el país.

La poderosa Unión de Periodistas de Atenas (ESYEA) se unió al movimiento social, dejando al país sin diarios, telediarios y programas informativos radiales. Los servicios de la agencia nacional Ana estaban suspendidos.

La convocatoria incluyó más de 60 manifestaciones en las principales ciudades del país, convirtiéndose así en la primera prueba para los socialistas en el poder desde el 4 de octubre y confrontados a una crisis financiera sin precedentes.

Sin embargo, las dos grandes confederaciones sindicales, la GSEE (600.000 afiliados) para el sector privado y la ADEDY (200.000 miembros) para la función pública, ambas dirigidas por socialistas, no quisieron asociarse a la protesta por el momento.

La GSEE precisó este jueves en un comunicado que no se había proclamado "ninguna huelga general".

El Partido Comunista respondió acusando a esa confederación de querer sabotear la huelga.

El primer ministro griego, Georges Papandreou, prometió el lunes pasado reducir el déficit público del 12,7% del PIB (Producto Interior Bruto) estimado para 2009 a menos del 3% del PIB en 2013, a un ritmo anual de -2% a partir de 2011.

Entre las medidas para lograr esta reducción del gasto, Papandreou propuso recortar en un 10% el gasto público, congelar los salarios superiores a 2.000 euros y frenar las contrataciones hasta 2010.

De su lado, el ministro de Finanzas griego, Georgios Papaconstantinou, manifestó su decepción por esta decisión de S&P y estimó que "no refleja los esfuerzos iniciados por el Gobierno griego para estabilizar las finanzas públicas".

El objetivo de ajuste presupuestario fijado para 2010 es de una reducción del orden del 4% del déficit. "Vamos a ir un poco más lejos de la reducción del 3,6% prevista por el proyecto de presupuesto", comentó una fuente ministerial.

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