jueves, 31 de diciembre de 2009

Islandia aprueba la polémica devolución del millonario préstamo anglo-holandés

REIKIAVIK.- El Parlamento de Islandia aprobó anoche un controvertido texto que establece los términos del reembolso de los casi 4.000 millones de euros adelantados por Gran Bretaña y Holanda para indemnizar a más de 300.000 de sus ciudadanos perjudicados por la quiebra del banco Icesave.

Tras meses de manifestaciones y discusiones, y la aprobación en agosto de un texto enmendado y rechazado después por Londres y La Haya, una corta mayoría de 33 diputados votó a favor de un texto acorde con un nuevo acuerdo suscrito por los Gobiernos islandés, británico y holandés en octubre. Otros 30 parlamentarios votaron en contra, según el recuento oficial de la votación, televisada en directo, al final de un día de debates a menudo tensos.

"¡Felicidades, Islandia!", gritó un diputado favorable al texto cuando se proclamó la adopción del texto en la Asamblea, y uno opuesto le replicó: "¡Alta traición!". El litigio sobre Icesave, que dura desde el pasado verano, era un obstáculo para la candidatura de Islandia a la Unión Europea y causa de retrasos de las nuevas entregas del préstamo urgente de 2.100 millones de dólares concedido por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La ley es conforme a un nuevo acuerdo suscrito en octubre pasado por los Gobiernos islandés, británico y holandés tras el rechazo por Londres y La Haya de un primer texto adoptado a finales de agosto por el Parlamento islandés que preveía la expiración en 2024 de la garantía pública islandesa del reembolso de los fondos.

El texto contempla el pago escalonado de aquí a 2024 de unos 3.800 millones de euros, el equivalente a casi un 40% del Producto Interior Bruto anual de la isla atlántica, arruinada por el desplome de sus bancos en octubre de 2008. La magnitud de la deuda ha suscitado manifestaciones, fuertes críticas de la oposición y sembró la discordia dentro de la mayoría de izquierdas de la primera ministra, Johanna Sigurdardottir, que amenazó con dinamitar la coalición gobernante si el texto no pasaba.

"La manera como el Gobierno ha llevado este tema ha sido una vergüenza desde el principio", declaró Birkir Jon Jonsson, número 2 del opositor Partido del Progreso (derecha), en el momento de votar. Una petición al presidente islandés Ólafur Ragnar Grímsson para que no ratifique la ley sobre Icesave cuenta ya con 39.600 firmas en un país de 320.000 habitantes, un récord en Islandia. El presidente islandés debe firmar el texto este jueves para darle vigencia.

"La Historia demostrará que hemos tomado la decisión acertada", declaró el ministro de Finanzas, Steingrimur Sigfusson. El nuevo texto está desprovisto de una enmienda clave incluida en agosto que suscitó la oposición británica y holandesa: preveía que la garantía de reembolso por el Estado islandés desapareciera en 2024, tanto si el pago había sido completo como si no.

Inicialmente atraídos por los intereses propuestos por Icesave, más de 320.000 clientes británicos y holandeses del banco en línea perdieron sus ahorros al ser nacionalizada su casa madre, Landsbanki, uno de los tres grandes bancos islandeses. Los Estados respectivos los indemnizaron parcialmente antes de reclamar a Reykjavik que les devolviera esas cantidades.

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